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LA OTRA VICTORIA DE LA APDHB - Peri贸dico La Patria (Oruro - Bolivia)
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Viernes 28 de julio de 2023

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Editorial y opiniones

RECUERDOS DEL PRESENTE

LA OTRA VICTORIA DE LA APDHB

28 jul 2023

Por: LUPE CAJIAS

Adem谩s de la impresionante acci贸n de no violencia de Amparo Carvajal como cl铆max de su entrega al pr贸jimo, el desenlace del asalto a la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia muestra otra victoria: la resistencia pac铆fica y firme de los activistas y voluntarios que no cedieron a la provocaci贸n.

El Movimiento al Socialismo (MAS), en sus diferentes versiones y en cualquier escenario de protesta, ha empleado una misma respuesta: armar teatros para incitar a los enfrentamientos y en ese desorden alentar incendios, saqueos, vandalismo y -si es necesario- heridos y muertos.

Esa es la estrategia del socialismo caviar, heredada del estalinismo, del nazismo y de otros reg铆menes autoritarios. De esa forma, las v铆ctimas son mostradas como responsables de ??terrorismo? y los atacantes aparecen como los sufrientes. Un caso extremo fue octubre y noviembre de 2019, cuando bajo la consigna ??guerra civil? de guerreros digitales y grupos de choque, un movimiento pac铆fico ciudadano fue salpicado por furias, quemas de casas y terror callejero.

El desenlace de las demandas de campesinos yungue帽os es el m谩s triste. Era evidente que las autoridades los empujaban al enojo y a la reacci贸n emocional a trav茅s del discurso, las humillaciones, las provocaciones. El gobierno de Luis Arce invent贸 una entidad paralela a la original APDECOCA que consigui贸 r谩pidamente sedes, dinero, terrenos. Los cocaleros resistieron la intimidaci贸n, incluso aceptaron convocar nuevas elecciones y elegir otros l铆deres.

Cuando los masistas perdieron en todos los escenarios pac铆ficos, organizaron una trampa con sus aliados verde olivo azulados. La Polic铆a se retir贸 de ??proteger? la casa y no falt贸 el provocador que incit贸 a entrar. Un f贸sforo, una bomba casera, bastan para promover el furor acumulado. En el siguiente acto, se acusa a las v铆ctimas de delitos, as铆 descabezan a las organizaciones, apresan y torturan a los aut茅nticos dirigentes y, con el respaldo del opaco Poder Judicial les inician interminables procesos, I, II, III.

Alrededor de Amparo estuvieron antiguos militantes de los Derechos Humanos, experimentados luchadores contra las dictaduras. Eludieron acciones de fuerza para retomar la oficina asaltada. Tampoco aceptaron propuestas de bloquear la Avenida 6 de agosto o de hacer marchas, ni prestaron atenci贸n a los sicarios que de tanto en tanto agred铆an la vigilia.

El concierto de ??Marraqueta Blindada? para Amparo en la vereda, sin afectar a nadie, me record贸 los cantos de protesta con los cuales se organiz贸 la retoma de la Federaci贸n Universitaria en 1974. Los esbirros no sab铆an qu茅 hacer contra muchachas en minifalda que les regalaban margaritas y no pod铆an gasificar a quienes se reun铆an alrededor de una guitarra. Incluso sus canes entrenados se enloquecieron cuando un estudiante tuvo la iniciativa de traer su perrita en celo.

Es un homenaje a los que cumplieron los turnos de 24 horas para acompa帽ar a la presidenta de la APDHB. Tambi茅n padecieron fr铆os, hambres, sue帽os. Compartieron silencios, galletas, sonrisas, miedos, caf茅 caliente, frazadas insuficientes. Dejaron a sus familias, a los hijos. Al d铆a siguiente, los insomnes volv铆an al trabajo ordinario.

Dominaron la ira de gritar a los asaltantes que salieron ocultando su rostro la noche del s谩bado 22 de julio. Figuras oscuras. Cuando se revisa su actuaci贸n en estos 51 d铆as, asoma la duda: 驴son militantes del MAS o son maleantes contratados? Porque defensores de los Derechos Humanos nunca ser谩n.

En esta nueva etapa, la APDHB tiene que revisar el camino. No es lo mismo defender al perseguido cuando gobierna una dictadura militar de derechas que defender a los presos pol铆ticos del socialismo caviar.

Desmontar los relatos de una izquierda no democr谩tica que ha acaparado gran parte del activismo, es m谩s dif铆cil que llevar a los militares del Plan C贸ndor al Tribunal Russell. Con el agravante, que actualmente tambi茅n los organismos internacionales de Derechos Humanos est谩n infiltrados por ese mismo socialismo caviar.

Ser谩 importante conocer c贸mo explicar谩 la representante del (No) Estado Plurinacional ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Maira Mariela Macdonal 脕lvarez (diplomada en Derechos Humanos) por qu茅 su gobierno cre贸 las circunstancias para torturar de la manera m谩s vil y sutil a una mujer de 84 a帽os, obligada a pernoctar a la intemperie en pleno invierno, a 3 mil metros de altura, agredida d铆a y noche, incluso con las cochinadas de los v谩ndalos.

驴Sentir谩 verg眉enza? 驴Renunciar谩? 驴Quedar谩 el avasallamiento en la impunidad?

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