Necesaria acción

Con una ordenanza municipal se exigió a vecinos del distrito cuatro que retiren de las aceras material de construcción y escombros que hubieran dejado allí, ya que perjudica el paso de peatones, así como de los vehículos que circulan por la calle, poniendo inclusive en peligro a las personas que circulan por ese lugar, ya que con las aceras ocupadas se ven en la obligación de usar la calzada.

Si bien la ordenanza es por ahora solamente para vecinos del distrito cuatro, está en consideración el ampliar la ordenanza a toda la ciudad, ya que, en todas partes, vecinos que construyen sus casas dejan el material en la calle, perjudicando el libre tránsito de los ciudadanos.

Sobre todo, el problema se presenta en lo que se consideran vías de escape, ya que esos lugares ayudan a destrabar un poco el tráfico vehicular, pero con la presencia del material de construcción en las calles, dichas arterias se vuelven más angostas Y de todos modos se forman embotellamientos.

Asimismo, quiénes venden material de construcción en las carreteras o avenidas principales, cómo es el caso de la salida hacia La Paz, quienes con los ladrillos que expenden forman muros con estos materiales, inclusive quitando visibilidad y ocupando áreas de equipamiento sin haberle pedido permiso a nadie.

Tanto vendedores como vecinos deben tener cuidado de no dejar ese material de construcción en el paso de los transeúntes, porque si no lo sabía ahora sí, están perjudicando a otras personas, es como bloquearles el paso y ese es un delito tipificado en el Código Penal.

Quizás no se deba llegar demasiado lejos con esta determinación, pero lo cierto es que perjudican el normal desenvolvimiento de los ciudadanos, quienes deben asistir a sus centros laborales, y muchas otras obligaciones.

Otros vecinos llevan ese �??abuso�?� al ocupar el espacio público más lejos, construyen sus casas con desniveles que invaden la calzada y se convierten en un peligro para los motorizados, uno de los casos se presenta en la avenida Panamericana y el otro en la avenida del Deportista, siendo este último el más peligroso sobre todo cuando hay escasa iluminación.

Con entrar unos centímetros se podría solucionar el problema, pero los propietarios de ambos inmuebles se niegan a perder un solo centímetro de su propiedad en bien de la sociedad.

Ninguna gestión municipal ha conseguido ganar un juicio para que se entre unos cuantos centímetros y se mejoren esos espacios, pero ahora hay leyes que obligan a los ciudadanos a ceder en beneficio de la comunidad, y se podría aprovechar para ponerle remedio a esa situación.

De todos modos, otras construcciones también ocupan vastas áreas de equipamiento a vista y paciencia de las autoridades ediles, sin que puedan evitarlo, los problemas no serán ahora mismo, pero sí en el futuro por falta de principio de autoridad, que se debe adquirir y por lo menos hacer que la ordenanza, sobre los materiales de construcción en las aceras, se cumpla.