Lunes 24 de julio de 2023

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Editorial y opiniones
EDITORIAL
51 días de Derechos Inhumanos
24 jul 2023
Luego de 51 días de ??derechos inhumanos? se logró hacer prevalecer la legalidad, ya que la APDHB, es una entidad privada y no era correcto que una persona, sin ser elegida por otros activistas entre sin permiso y se arrogue la representación de esa institución
Después de 51 días de una vigilia extrema, por la restitución de la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, APDHB, su presidente, Amparo Carvajal, salió por la puerta grande, luego de alcanzar acuerdos qué permitieron que se reconozca su investidura como líder de esa institución.
Muchas personas, entre analistas, líderes de opinión, y representantes de organismos internacionales, observaron y criticaron la toma, por la fuerza, de la sede de la APDHB, por un grupo afín al partido de Gobierno, que intentó crear una organización paralela e imponer a su ??presidente?.
La toma fue a la fuerza y los jóvenes asignados por Edgar Salazar, quien decía ser el nuevo presidente de esa entidad, impedían el acceso de Carvajal a las instalaciones de la APDHB, pero en los días en que realizó su vigilia no le permitían ni siquiera el uso del baño, por lo que muchos reclamaron por el trato ??inhumano? que recibía la octogenaria activista.
Ahora que finalmente los ??avasalladores? se retiraron de la sede de la Asamblea, diputados, analistas y el expresidente Carlos Mesa, coincidieron en afirmar que Carvajal fue muy valiente por mantener su lucha pacífica durante 51 días, durmiendo a la intemperie, soportando el frío invernal, la incomodidad y con la obligación de usar pañales ante la negativa de los ocupantes de permitirle el ingreso a los sanitarios.
Por otra parte, se denunció que Carvajal, quien tiene 84 años de vida, y realizó una vigilia en la parte trasera de la APDHB, y luego se las ingenió para subirse a la terraza para continuar su vigilia allí, no sólo no podía entrar a las instalaciones de dicha entidad, sino que también recibía el amedrentamiento y amenazas de los avasalladores de la Asamblea.
Para Amparo Carvajal fue un suplicio, pero su salud no se quebrantó, la visitaron muchas personas, pero no conseguía ablandar el corazón de quienes le arrebataron el mando de la APDHB, al contrario, el trato hacia ella fue desconsiderado, teniendo en cuenta su edad.
Pero su estoicismo pudo más, ya que no sólo los avasalladores estaban en su contra, sino que tenía a decenas de policías impidiendo que entre a las instalaciones de la Asamblea, además que no la ayudaban ni protegían cuando recibía agresiones.