El racismo como instrumento de pérdida de identidad

El racismo en nuestro país ha tenido orígenes desde la colonia para someter al más débil, esclavizarlo para sacar ventajas y hacerse rico a costa de otros. A pesar del tiempo, de haber luchado contra esta hegemonía de poder la realidad no ha cambiado mucho. A pesar de existir tantas leyes seguimos viviendo en un colonialismo interno en muchos aspectos. Es tan difícil cambiar y hacer cambiar el modo de pensar en los aspectos raciales que conllevan a seguir discriminando en nuestra sociedad. Pero ¿dónde, cuándo y cómo hemos sido formados con estos modos de pensar y actuar? ¿Acaso después de tanta lucha por la liberación del gobierno español, no era justo liberarnos también del racismo y la discriminación y que hubiésemos vivido con igualdad sin sufrir nunca más? Es bastante cruel hacer un análisis y ver que todavía existe el racismo en nuestra sociedad, cruel porque ya no es el extranjero o europeo que aquí en nuestra propia tierra nos discrimina, sino que es nuestra propia gente o nosotros mismos. Al respecto, el racismo ha sido un arma para controlar al débil, al desventajado para dominarlo no a fuerza de látigo, sino subjetivamente, haciéndonos creer que por nuestros rasgos somos inferiores y que inmediatamente nos rendimos al otro. El tiempo ni la sociedad ha podido eliminar esta arma tan fatal. Lo peor que el colonizado al surgir se convierte en un colonizador y utiliza las mismas armas y somete al otro sin consideración y piedad alguna. Si por mucho tiempo las aulas fueron centros de formación colonial, allí mismo es donde se tiene que cambiar, es un reto muy grande, el trabajo es muy arduo, veámonos a nosotros mismos si no estamos cometiendo el mismo error con nuestros estudiantes o nuestros propios hijos, no nos seguemos ante esta problemática, es un deber y compromiso sacarnos las vendas que tenemos en los ojos, quizás no podamos lograr cambios en esta generación.

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