Jueves 31 de mayo de 2012
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Los conflictos en Medio Oriente amenazan la paz mundial. Esto no es nuevo. Cuando Israel se conformó como nación independiente en 1948 y se estableció la única democracia en esa región, tuvo que enfrentar varias guerras (la de 1948, la de Suez en 1956, la de los Seis Días en 1967 y la del Yom Kippur en 1973) con sus vecinos árabes que le negaban el derecho a existir. Coincidía con la época de la Guerra Fría.
No solamente se produjeron enfrentamientos armados que envolvieron Israel. En 1980, Irak invadió Irán, desatando una sangrienta guerra que duró hasta 1988; el saldo: un millón de muertos, entre civiles y militares, y sin un claro vencedor.
La invasión iraquí de Kuwait en 1990 ocasionó la reacción internacional, y una fuerza militar, encabezada por Estados Unidos, derrotó al ejército de Irak y restauró la independencia kuwaití. Luego, en 2003, con la acusación de que el dictador Saddam Hussein desarrollaba armas de destrucción masiva, nuevamente se desató el conflicto armado, y las tropas aliadas vencieron por segunda vez, y ocuparon el país. Luego vendría la intervención estadounidense en Afganistán para eliminar el agresivo régimen fundamentalista de los Talibán.
