Jueves 31 de mayo de 2012
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Nadie puede respaldar a la violencia producto de mentes enfermas e ignorantes que ganan las calles en busca de soluciones a sus demandas, ignorancia que puede ser la raíz de los problemas; pero, jamás puede ser una forma de resolver peticiones a gobiernos, cuando existen caminos adecuados dentro de una sociedad civilizada, también del conglomerado de estudiantes que se consideran sabedores de respeto a las leyes, porque aquellos tienen una educación que les permita su profesionalización gratuita.
Lo ocurrido en los últimos días en las ciudades de La Paz y Cochabamba es muestra de intolerancia estudiantil, cuando armados de piedras, cachorros de dinamita, petardos hábilmente fabricados con objetos punzo cortantes letales y resorteras (flechas comunes) para impulsar canicas contra policías, cuya misión es proteger la propiedad privada y pública, además controlar excesos de de los marchistas usando gases que también pueden ser considerados letales al disparar gas pimienta que afectan a la salud, no sólo de marchistas, sino de mujeres, hombres y niños que nada tienen que ver con los conflictos.
