La Facultad Nacional de Ingeniería y el primer festival de invierno

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Poeta, escritora, compositora e investigadora de la cultural orureña

El prestigio obtenido por la creación de la otrora Escuela de Minas, hoy Facultad Nacional de Ingeniería (FNI), se caracterizó con el tiempo, por el grado de cultura de los mentores extranjeros. �?poca irrepetible de enseñanza, anécdotas, deporte, toda una memoria.

La exigencia quedó como trazo, los pupilos se esforzaron y lograron entrar al espacio de las fórmulas, números y ecuaciones. Transcurrieron los años y los alumnos titulados, se convirtieron en docentes, algunos salieron de la ciudad y otros obtuvieron becas al extranjero, los que retornaron, encontraron el estilo de enseñanza para llegar a los alumnos.

Las manifestaciones de regocijo evidenciaban sensibilidad, especialmente cuando llegaba el aniversario, coincidencia con la estación del invierno. Se daba una representación total de algarabía y amor por el arte, que iban generosamente juntas.

Las elecciones se realizaban cada año, de 1965-1966, había sido elegido el Univ. Freddy G. Mercado. La gestión posterior, el Univ. Rolando Belaúnde R., como representante del Centro de Estudiantes de la Facultad, junto a sus compañeros trazaron un espacio de aporte cultural anunciando de que la Facultad Nacional de Ingeniería presentaba como: �??PRIMER GRAN FESTIVAL DE INVIERNO�?�, del 17 al 29 de junio de 1966.

Marcaron un formidable itinerario, en la primera noche hizo gala la representación de la Universidad Mayor de San Andrés, con el siguiente programa:

Viernes 17: TEATRO UNIVERSITARIO U.M.S.A. presentando la obra: �??DEJA QUE LOS PERROS LADREN�?� de Sergio Bozanovich.

Martes 21: Ballet Nacional bajo la dirección de la señora Chela Urquidi.

Miércoles 22: Coro Polifónico Nacional, dirección del profesor Ocker.

Viernes 24: Recital de los artistas:

Alvin Cearley, concertista de flauta (norteamericano).

Gilka Wara Céspedes, concertista de piano.

Leo Affonso de Moraes Soares, concertista de guitarra (brasileño).

Gastón Paz, Tenor Nacional.

Ignacio Duchén de Córdova declamador nacional.

Martes 28: Orquesta Sinfónica Nacional, dirige: O. Araníbar Paravicini.

Miércoles 29: Ballet y Conjuntos Folklóricos bajo la dirección de la señora Carmen Pinto.

El escenario fue el prestigioso Teatro �??GRAN REX�?�, la venta se realizó en Librería Universitaria y contaba con dos modalidades.

Abonos: Luneta 36 pesos bolivianos. Galería 20 pesos bolivianos.La otra opción:

Entradas por función: Luneta 8 pesos bolivianos. Galería 4 pesos bolivianos.

El Decano Ing. Máx Soria Ponce, respaldó la actividad cultural, confió en la actividad quijotesca de los dirigentes estudiantiles. Tarea que había sido distribuida responsablemente entre los diferentes secretarios del Centro de Estudiantes de Ingeniería.

Dentro de los actos de aniversario de la Facultad Nacional de Ingeniería y del Primer Festival de Invierno, había sido invitado el ex alumno, ejemplo durante su vida estudiantil, participando con una Conferencia en el Paraninfo Universitario, el Ing. Guillermo Rosso Mendieta.

En ese entonces el Rector Dr. Julio Garrett Aillón, de espíritu sensible y culto, resplandecía cuando se trataba de propuestas relacionadas con el arte, educación y cultura. Elogiaba y ponía el hombro. La primera autoridad universitaria, apostaba que era un espacio de oportunidades, un desafío para integrar a los alumnos y a la ciudadanía.

Al margen de esta creatividad, desde antes los centros de estudiantes elegidos, daban muestras que los estudios de ingeniería, no solamente eran las ciencias exactas, quizás tomando como ejemplo al gran Leonardo Da Vinci, �??fue polímata, a la vez pintor, anatomista, arquitecto, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista�?� fascinado por las matemáticas e ingeniería, también tuvo inclinaciones artísticas.

El Centro de Estudiantes de Ingeniería, después de su creación realizaba actividades culturales y deportivas, clara muestra del Club Ingenieros, que desde 1921, hasta hoy sigue identificándose y representando como líder de la Facultad Nacional de Ingeniería y ex alumnos hoy docentes, que además formaron �??La Tuna de Ingeniería�?�.

El Centro de Estudiantes había logrado coleccionar una apreciable cantidad de discos de vinilo, que el responsable se encargaba de colocarlos en el tocadiscos de la sala de recreo. Tenían un programa cultural difundido en Radio Universidad una vez a la semana y en la Biblioteca no solo contaban con libros de especialidad, también había de historia y literatura.

Lamentablemente el año 1967, el Festival de Invierno no logro repetirse en su segunda versión, en razón de haberse ocasionado problemas de grandes dimensiones con el ingreso del ejército a las localidades de Catavi y Siglo XX, siendo denominada La Masacre de San Juan. Conscientes de esa sensación de luto y muerte, prosiguieron con el tradicional programa general y como epílogo, la esperada gran fiesta de gala en el Club Oruro, presidido por el Decano Arq. Edmundo Mirones Bustos y el Secretario del Centro de Estudiantes Univ. Livio Cuellar. Sin embargo, ya había una impronta del Primer Festival de Invierno.

En junio de 1968, como preámbulo a un nuevo aniversario de la reconocida Facultad Nacional de Ingeniería, todo se desarrolló como antes, sin el Festival de Invierno.

Después, nuevamente retornaron las asonadas, la Universidad intervenida, sin ningún atisbo de que el cierre de las aulas fuera momentáneo. Tiempo de historia para quienes abrazaron sus ideales.

Transcurrió el tiempo forjando nuevas carreras, se remozaron planes de estudio, edificación nueva en la Ciudad Universitaria y los homenajes cada 3 de julio, de rememorar la gloriosa creación de la Facultad Nacional de Ingeniería.

Honrar a meritorios decanos, docentes y estudiantes que resaltaron en su tránsito por la FNI. en vida dejaron huella: Augusto F. Umlauff, Felipe Marrou, Alejandro Marrou, Alejandro Tartakowski, Carlos Aliaga, Román Kodlowski, Augusto Grannier, Federico Kiessling, Ramiro Velasco, Erwin Kittl, Julio Jorgensen, Joseff Habestwallner Störhn, Jorge Knoepflamacher, Fernando Gundlach, Manfred Scharf, Federico Ising, Hans Block Burhaus, Jorge von Borries, José Moisés Ocampo Castellón, Oscar Dávila Michel, Alfonso Requena Renjel, Miguel Brito Miranda, Cleómedes Campuzano Revilla, Guillermo Burgos Tórrez, Miguel Vargas Mujica, Elizabeth Vargas Rubín de Celis, Edgar Medina Ordoñez.

Un antiguo exdirigente del Centro de Estudiantes de Ingeniería, después de concluir sus estudios, se tituló y llegó a ejercer altos cargos, como Rector, Alcalde finalmente como Senador, hombre probo, Ing. Guillermo Rosso Mendieta que después de 18 años, ejerciendo como primera autoridad del Alma Máter, místico a las creencias ancestrales, exaltó y evocó, a los que otrora fueran estudiantes, después discípulos suyos de la Facultad Nacional de Ingeniería.

En el recorrido profesional, sobresalió por su esfuerzo, disciplina y responsabilidad. Apostó para que las actividades de cultura, sean nexo entre artistas de todas las disciplinas, se integren y compartan con la ciudadanía orureña.

El año 1984, como primera autoridad de la Universidad Técnica de Oruro, dio inicio al Primer Solsticio de Invierno. Trabajo conjunto que se desenvolvió con todos los recursos económicos y culturales que poseía nuestra Alma Máter. Seguidores del arte en todas sus manifestaciones, apoyaron a los talentos invitados de nuestra ciudad y del interior.

Este acontecimiento y la naturaleza en toda su dimensión que se hizo presente, con una tenue llovizna en la wilancha de medio día. El Magnífico Rector consagró ese momento especial, habló en tono enérgico y en quechua, como simbolizando la ancestral comunión con la tierra. Se encendió la flama durante largas semanas de arte, una verdadera golosina para ver, oír y participar simultáneamente de varias versiones, una fiesta de cultura.

Pasaron varias semanas, llegó la noche de entregar testimonios de gratitud. Consolidándose, que a partir de ese inicio, al apagarse la hoguera transitoria y al llegar la estación de sol opaco y días gélidos del año, a partir de 1984, todos los años se realiza el Solsticio de Invierno, reiniciado por el intachable Ingeniero Guillermo Rosso Mendieta. ¡¡Hurra, hurra!!