Domingo 25 de junio de 2023
ver hoy
Mediante la pura expectativa, el hombre parece estar imposibilitado para saber el contenido de·aquello que se acerca. Todo puede advenir, lo bueno o lo malo. El hombre a la expectativa, tiene, por esto, plena conciencia «de que puede ser engañado y hasta burlado por el curso de los sucesos». Por ello debe «estar preparado» para hacer frente a lo que advenga. Y estar preparado es actuar. Se trata de una accioÌn encaminada a recibir lo que venga para rechazarlo o aceptarlo. Y este rechazo o aceptacioÌn implica ya algo que no pareciÌa estar en el modo de ser del latinoamericano: la conciencia de un futuro a realizarse. No cualquier futuro, sino un futuro querido y anhelado por este hombre y una accioÌn, por miÌnima que eÌsta sea, que implica apoyarse en un miÌnimo de realidad. ¿Y queÌ es lo que anhela? Lo que cualquier hombre de la tierra, lo mismo que han anhelado todos los hombres en la historia, cualquiera que haya sido el sentido que hayan dado a eÌsta: un miÌnimo de felicidad. Una felicidad que soÌlo puede lograr el hombre·con su accioÌn. Por ello no basta esperar lo que advenga, sino que hay que esperar lo que permita ese miÌnimo de felicidad humana, rechazando lo que la impida o la retrase.