Las agroexportaciones dan esperanza a Bolivia

Según el analista económico, Jaime Dunn, hay una esperanza en que las agroexportaciones sean la respuesta para mejorar la economía boliviana, ya que por primera vez en la historia del país, éstas superaron a la exportación de hidrocarburos, ya que las agroexportaciones llegaron al 29 % de las exportaciones y los hidrocarburos sólo al 23 %.

Aunque hay voces que dicen que no hay que alegrarse demasiado pronto, al ser productos renovables y tener un amplio espacio para la agricultura, también el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, IBCE, Gary Rodríguez, cifró su esperanza en que las agroexportaciones sean la respuesta a la mejor económica del país.

Las exportaciones de los agronegocios en Bolivia superaron a los de hidrocarburos con un global de 3.225 millones de dólares en 2022 ante los 3.089 millones de dólares en divisas por el gas, según el gerente general del IBCE.

Pero el presidente del Colegio de Economistas, Fernando Romero, desde Tarija, señaló que las cifras son diferentes en 2023.

Sin embargo, el gobierno hace poco criticó el modelo productivo de Santa Cruz, pero con estas cifras queda demostrado que esa región puede ser la tabla de salvación para la economía boliviana. El analista Dunn ve �??un futuro prometedor�?� para los agronegocios en Bolivia ante la caída de los hidrocarburos y la incertidumbre sobre la explotación del litio.

Según explicó Rodríguez, la exportación de agroalimentos no sólo termina en los productos principales, ni la materia prima, sino que también se exporta el valor agregado que se obtiene de esa materia prima, por ejemplo, se exporta la soya pura pero también aceite de soja, torta de soja y otros.

Por eso recalcan que es tan importante la exportación de los agroproductos. La incertidumbre en este caso sería que al ampliar la frontera agrícola muchas veces se destruye humedales, bosques y selvas, también importantes para la vida en el planeta.

En 2014, el total de las exportaciones de Bolivia bordearon los 13.000 millones de dólares y las ventas de hidrocarburos se acercaron a los 7.000 millones de dólares. Eso significaba una participación del 52%, es decir más de la mitad de las divisas que ingresaban a Bolivia se debían a un solo sector como el de hidrocarburos,

según Rodríguez.

"Ese año las ventas no tradicionales significaban apenas un 18% y las agroexportaciones de alimentos sólo un 15%, ahora son otros los datos", precisó refiriéndose al 22% de hidrocarburos en 2022 y el crecimiento de las exportaciones no tradicionales en un 29%.

Con todos estos datos tanto el analista como gerente general del IBCE, si fueran su esperanza en que los productos agrícolas sean una respuesta a la mejora de la economía boliviana, puesto que como dijo Dunn, el negocio del litio aún es incipiente y está en incertidumbre, pero el gobierno puso su esperanza en ese negocio al ver que el gas natural se está acabando. Ahora le toca el Gobierno incentivar las exportaciones de los agroproductos.