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Domingo 27 de mayo de 2012

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Cultural El Duende

EL MUSICO QUE LLEVAMOS DENTRO

27 may 2012

Fuente: LA PATRIA

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Gustav Mahler

Gustav Mahler. República Checa, julio 7 de 1860 - Viena, mayo 18 de 1911. Valorado en su tiempo más como director que como compositor, hoy es considerado uno de los más originales sinfonistas que ha dado la historia del género, porque anunció en su obra las contradicciones que definirían el desarrollo del arte musical del siglo XX. Conjugó la sinfonía con el lied, heterogeneidad que propició una corriente de hostilidad hacia su música, pese al apoyo de una minoría entusiasta como la Segunda Escuela de Viena, de la que Mahler fue su director precursor.

Una oportunidad única le llegó en 1897, cuando le ofrecieron la dirección de la ópera de Viena, con la única condición de que apostatara de su judaísmo y abrazara la fe católica. Así lo hizo, y durante diez años estuvo al frente del teatro. En 1907, aceptó la dirección del Metropolitan Opera House y de la Sociedad Filarmónica de Nueva York.

Considerado niño prodigio, tocó el piano desde los 4 años. A los 6 compuso un lied y una polka. Dio su primer recital a los 10. Cuando tenía 14, falleció su hermano menor a quien dedicó su ópera Duque Ernst de Suabia. Mahler no sólo sabía de música, también palpitaba con los problemas de la filosofía y metafísica. A pesar de su estilo histriónico y dictatorial, despertaba ferviente admiración. Por sus gesticulaciones al dirigir fue retratado en caricaturas muchas veces. Tenía pocos amigos.

En 1889 fallecieron su padre, su hermana Leopoldine y su madre. En Viena, el alcalde conservador antisemita, Karl Lueger, proclamaba: Yo mismo decido quién es un judío y quién no lo es. Mahler se sentía siempre un intruso, nunca bien recibido. Decía entonces: Soy tres veces extranjero, un bohemio entre austriacos; un austriaco entre alemanes y un judío ante el mundo.

En 1901 conoció a la compositora Alma Schindler, 19 años menor que él. Se casaron un año después. Tuvieron dos hijas. El matrimonio no parecía compatible: él, judío, indigno para una joven de buena familia; ella, coqueta y encantada de ser admirada por sus atributos. Alma dejó de crear música porque Mahler decía que sólo debía haber un compositor en la familia. Resentida escribió en su diario: Qué duro es ser tan despiadadamente privada de lo más cercano al corazón.

En 1907 falleció una de sus hijas debido a la difteria. Mahler se enteró que tenía problemas cardiacos. Más tarde descubrió que su esposa sostenía relación con el arquitecto Walter Gropius. El compositor buscó el consejo de Sigmund Freud y, en señal de amor dedicó a Alma su Octava Sinfonía con la que alcanzó su único gran éxito en vida.

En 1910, comenzó a componer su Décima Sinfonía. Cerca de Navidad, se agudizaron los dolores de garganta. En febrero de 1911, con una temperatura de 40 ºC, dirigió su último concierto. Le diagnosticaron endocarditis bacteriana que afecta a personas con defectos en las válvulas cardíacas. El maestro tomó interés por una composición de su esposa la que fue interpretada en un recital.

En abril abandonó los Estados Unidos para encontrar su última morada en Europa. Como había pedido, fue enterrado en el cementerio de Grinzing. La corona de Arnold Schonberg describía al compositor como el santo Gustav Mahler. El New York Times lo calificó como una de las grandes figuras musicales de su época. En Londres, The Times afirmó que su forma de dirigir era más lograda que la de cualquier hombre, excepto Richter.

Alma Mahler sobrevivió a su esposo más de cincuenta años. Se casó dos veces. En 1940, publicó Gustav Mahler: Recuerdos y cartas. Su hija Anna se convirtió en escultora. En 1955 se creó la Sociedad International Gustav Mahler, con Bruno Walter como presidente.

La revalorización de su obra se retrasó por la ascensión del nazismo que prohibía lo judío y lo moderno. Al finalizar la II Guerra Mundial, sus sinfonías empiezan a ser ejecutadas con gran éxito.

Música que se hace en compañía

Sinfonía según el uso común es entendida como música que se hace juntos, en compañía tal como describe su etimología en griego. El rasgo de la música de occidente es su continua mutación que hace de la voz sinfonía variedad. A la orquesta que toca sinfonías se la denomina sinfónica. No falta quien la denominará filarmónica. Las diferencias no existen.

A continuación aparecen los autores más importantes de sinfonías en la historia musical:

Entre 1680 y 1720 (Italia) Marco Uccellini, Giovanni Bonocini (padre e hijo), Giuseppe Torelli, Alessandro Scarlatti, Antonio Vivaldi, Tomaso Albinoni y Giovanni Sammartini.

Siglo XVIII. Michel Delalande, Gautier de Marseille, Johann y Karl Stamitz, Franz J. Haydn, Luigi Boccherini, Carl P. E. Bach, Francois Gossec, Johann Ch. Cannabich y Karl von Dittersdorf.

Siglo XIX. Beethoven, Schubert, Schumann, Mendelssohn, Berlioz, Franck, Liszt, Bruckner, Brahms, Saint-Saëns, Tchaikovsky, Borodin, Rimsky-Korsakov.

Les siguen: D’Indy, Mahler, R. Strauss, Glazunov, Scrabin, Sibelius, Chausson, Rachmaninov, Dukas, Stravinsky, Honegger, Prokofiev, Vaughan-Williams, Martinu, Miaskovsky, Roussel, Malipiero, Milhaud, Shostakovich, Messaien, Hindemith, Lutoslawski, Pendercki, Walton.

Friedemann Bach, Johann Ch. Bach, Bedrich, Smetana, Balkirev, Casella, Charles Ives, Roger Sessions, Karol Szymanovsky, Heitor Villa-Lobos.

Otros creadores orquestales: Debussy, Ravel, Bartók, Berg, Webern, Schönberg.

Fuente: LA PATRIA
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