Un paso en positivo para recuperar la APDH

Una instancia judicial de La Paz admitió este miércoles la acción de amparo constitucional presentado por la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), Amparo Carvajal, en contra de Edgar Salazar, por la toma de esa institución el pasado viernes.

Ese fue un gran paso dado por la activista Carvajal, ya que podrá exponer sus argumentos de por qué funge como presidente de esa institución, ya que la toma se hizo con violencia, pese a que Salazar no mostró nada que acredite su legitimidad como dirigente qué dice ser.

Por otra parte, la toma se hizo con el apoyo de la Policía, cuando ellos están para defender lo legítimo y lo legal, por lo tanto la activista Carvajal instaló una vigilia a las afueras del edificio tomado pese a que ella es una persona de la tercera edad, con sus 84 años de edad.

Toda sociedad democrática debe tener instituciones que defiendan a sus ciudadanos, por si el poder se les sube a la cabeza a los políticos y abusan de ese poder para favorecerse a sí mismos y perjudicar a la población.

Esas instituciones son la Defensoría del Pueblo, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, y otras que equilibran en algo ciertas desigualdades y abusos perpetrados por el poder político, o más bien, por quienes lo detentan.

Además, esta mujer mostró una valentía qué es digna del aplauso, porque pese a lo avanzado de su edad, ella hizo vigilia durante seis días para conseguir que se haga respetar la legalidad e independencia de la Asamblea.

Entre tanto, quienes avasallan, amedrentan, amenazan, o se ponen violentos y sobrepasan ciertos límites del respeto y la decencia, al ponerse contra una persona de la tercera edad.

Con lo aguerrida que es Amparo Carvajal, defendió muchas causas, sin importar que otros le hicieran frente, la amedrentaran o la maltrataran, y es por eso que fue elegida por la población civil Cómo representante y activista de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, APDH.

Carvajal además fue reelegida porque es una dama muy respetada en la sociedad, gracias a ese carácter que le lleva a defender a personas sin temor, aunque su propia vida puede correr riesgo.

Si Bolivia se precia de ser una sociedad democrática, debe permitir que funcionen otras entidades, así sean detractoras del Gobierno u otras instituciones del Estado, por lo tanto en la audiencia del amparo, que ganó la activista, se debe aclarar todo y devolver el edificio y la legitimidad a la APDH.