Sábado 13 de mayo de 2023

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Los motivos psicológicos por los que una persona puede padecer una obsesión desmesurada por la blancura de los dientes debe ser determinada por los especialistas. Sin embargo, hay otras causas fáciles de identificar, y que están contribuyendo a la propagación del fenómeno:
?? El bombardeo publicitario con productos-milagro para el blanqueamiento dental que se comercializan y se consumen sin supervisión de los profesionales.
?? El deseo de imitar a las celebrities que lucen unos dientes a menudo exageradamente blancos.
?? La falta de información sobre los peligros de aplicar productos para el blanqueamiento dental sin supervisión profesional. La mayor parte de los productos blanqueadores contienen sustancias como el peróxido de hidrógeno, o el peróxido de carbamida, y normalmente se aplican mediante férulas. Usar estas sustancias sin el control de un especialista puede tener una larga lista de efectos indeseados sobre los dientes, especialmente si se aplican de forma reiterada y excesiva, como en el caso de las personas aquejadas de
blancorexia.
Algunos de sus efectos pueden ser: Hipersensibilidad dental, irritación de las encías, gingivitis, alteraciones en la percepción del sabor, pérdida o desmineralización del esmalte dental, necrosis pulpar,
pérdida del diente.
En definitiva, una larga lista de problemas bucodentales que los blancoréxicos pueden acabar
sufriendo.
CONSEJOS
-Hazte una perspectiva realista: los dientes extremadamente blancos que ves en actores, modelos publicitarios o influencers, probablemente no se corresponda con el estado ideal de la dentadura, ni te favorecerá necesariamente.
-Respeta los lapsos de tiempo entre tratamientos: el carácter agresivo de las sustancias blanqueadoras impide, por lo general, su aplicación reiterada en breves períodos de tiempo.
-Desconfía de los productos-milagro: algunas de las soluciones disponibles en todo tipo de establecimientos puede que no sean seguros.
-No recurras a soluciones caseras: pueden ser peligrosas o contraproducentes. La solución blanqueadora para los dientes más famosa es el bicarbonato sódico. Sin embargo, se trata de un producto abrasivo que puede dañar el esmalte y la encía.