La actual gestión ejecutiva de la Municipalidad de Oruro está empeñada en mejorar los ingresos económicos a través de una reestructuración de los servicios impositivos que, por una reciente observación práctica, se comprueba que son severamente restringidos con una abierta evasión que se produce de manera especial en el sector del comercio gremial.
Por lo que se sabe hay varias modalidades en que los comerciantes tributan al municipio, por una parte al tratarse de puestos fijos existen también tasas fijas que se cobran mensualmente, hay otras que se cobran diariamente con boletas especiales por cada puesto de comerciantes ubicados especialmente en las aceras de la ciudad y en las proximidades de los mercados, algunos gremiales afiliados y una gran mayoría que se denominaría el comercio informal y que ha crecido descomunalmente.
Se habla de millones de bolivianos que no ingresan al Tesoro Municipal anualmente, lo que restringe las posibilidades de encarar proyectos, inclusive de mejoramiento o ampliación de los mismos centros de abasto que ahora pensando en un nuevo Mercado Central es necesario que se aseguren ingresos para encarar ese proyecto, entendiendo de la manera más común aquello de que “del mismo cuero salen las correas”, todo depende de cómo se aseguran tales ingresos disminuyendo al máximo la millonaria evasión impositiva.
Las fuentes de ingreso seguro por concepto de impuestos corresponden a los establecimientos comerciales e institucionales legalmente establecidos, los bienes inmuebles, el transporte particular y público que quieran o no pagan y si no lo hacen se atienen a las consecuencias, en cambio el comercio gremial, con casi 13 mil registrados como “eventuales”, acusa casi un 40 por ciento de total incumplimiento a las obligaciones tributarias, rubro que produce una pérdida mayor a los nueve millones de bolivianos anualmente.
Ahora bien, el informe de un funcionario municipal señala los datos anteriores, lo que obliga a preguntarse, ¿cuántos son en realidad los gremiales, que con diversidad de puestos y seguramente diferentes escalas de tributación deben pagar impuestos para realizar sus labores legalmente? Parece que ese dato es un albur en la comuna orureña, no ahora, sino de siempre, aunque con seguridad hay quienes recuperan ilícitamente fondos de centavo en centavo “ajustando” a centenares de comerciantes ilegales más que informales.
La situación obliga a que se atienda una sugerencia para realizar un censo de comerciantes de manera general para saber cuántos miles de ciudadanos se dedican a esa actividad y de acuerdo a especialidades y seguramente monto de capitales, se obliguen a tributar como corresponde y ojo que sólo hablamos de los impuestos municipales, porque en los mercados hay comerciantes de mucho vuelo que además evaden al Fisco, fungiendo como “pequeños comerciantes” escondidos en un régimen simplificado que sólo debe servir para que tributen comerciantes con mínimos capitales.
Establecer la cantidad de comerciantes formales e informales del sector gremial debe ser una tarea urgente, que seguramente demandará cierto gasto pero que será recuperado cuando se establezca de manera real la cantidad de gremiales que deben pagar impuestos para mejorar las arcas municipales.
Fuente: LA PATRIA
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