No hay peor ciego que el que no quiere ver

Es un antiguo dicho que retrata lo que está ocurriendo con la economía en el país, pues es extraño que sólo el Presidente o sus allegados del Gobierno no vean que la inflación ya no es la de 2022, analistas económicos y empresarios le pidieron al mandatario que haga algo por la economía de Bolivia, ya que ésta se encuentra en crisis.

Lo mismo le pidieron los líderes opositores de diferentes bancadas, ya que la crisis se siente más en el bolsillo del pueblo que en el de los acomodados políticos. En lugar de explicar la situación y presentar soluciones, el Gobierno niega rotundamente que exista algún problema con la economía y sigue agarrándose de la cifra que ubicó a Bolivia entre los países con la inflación más baja de Latinoamérica.

Por poner un ejemplo, el precio del huevo se ha disparado a niveles exorbitantes, lo que antes costaba máximo 0,80 centavos, en la actualidad cuesta a 1,20 bolivianos. Es cierto que una causa puede ser la gripe aviar y que tuvieron que sacrificar a miles de aves, sin embargo, lo del precio del huevo se repite en otros ámbitos.

Un indicador que llamó fuertemente la atención fue el precio del dólar, qué comenzó a fluctuar, y a costar más, desde que apareció una denuncia de que no había reservas de esa divisa y el Gobierno comenzó a presionar para aprobar la ley del oro y otras leyes destinadas a obtener dinero, aún a costa de ciertos sectores por lo que comenzaron a movilizarse exigiendo soluciones creativas que saquen al país de la crisis.

La ausencia de dólares en entidades financieras y en el mercado nacional, trajo desconfianza de las entidades extranjeras que califican el riesgo país, esa desconfianza está basada en que el BCB dejó de publicar su reporte semanal sobre las Reservas Internacionales Netas, RIN, desde el 17 de febrero de este año. Hasta esa fecha las reservas brutas eran de 3.538 millones de dólares.

Los bonos soberanos cayeron y fue otro aspecto qué hizo qué también lo hiciera la credibilidad en Bolivia, las calificadoras pusieron al país entre los afectados por la crisis económica, detrás de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

La oposición pidió informes al presidente interino del Banco Central de Bolivia, BCB, sobre el actual estado de las RIN a través de una minuta qué fue enviada recién y se esperará respuesta de la entidad bancaria.

En temas macroeconómicos quizás la población no sepa mucho, aunque los analistas económicos, los economistas, administradores, empresarios y quienes estudiaron en rubros similares, se dan cuenta lo que ocurre en el país, aunque desde el Gobierno se intente negar los hechos.

Pero de lo que sí se da cuenta el pueblo es que sus ingresos, qué antes alcanzaban para comprar mucho más, se acaban más rápido y se espantan al ver el precio de ciertos productos, como en el caso del huevo, y se preocupan al no vislumbrar soluciones, sólo negación de los problemas y el mismo discurso cansino de la baja inflación que no se refleja en sus bolsillos.