Comunarios alejan escasas posibilidades de progreso

Los comunarios del norte de Potosí, más propiamente quienes viven en el salar de Uyuni, se han dedicado a amedrentar a turistas y a amenazar a los empresarios hoteleros exigiéndoles unas �??regalías�?� cada vez más altas, según denunciaron los propietarios de los alojamientos.

Según explicó una de las propietarias, de uno de los cuatro hoteles que son afectados por las exigencias de los comunarios, ellos daban un aporte voluntario a las comunidades, como forma de compensar su permanencia en el salar, pero dicha donación se convirtió en obligación y los originarios exigen cuotas cada vez más altas, que según la empresaria, son muy difíciles de pagar.

Los comunarios no tienen una base legal para exigir esos pagos, pero los hoteleros se basan en la Constitución Política del Estado, CPE, qué garantiza la propiedad privada, por lo que se negaron a pagar sumas más elevadas por el funcionamiento de su emprendimiento en el salar.

No obstante, los pobladores de Colchani, a manera de protesta bloquearon los accesos a los hoteles de sal, y no permitieron ni la entrada ni la salida de turistas que fueron a pasear aprovechando el feriado largo de Semana Santa, y fue cuando los comunarios aprovecharon también de realizar su protesta.

De todos modos no es la primera vez que ocurre un incidente como el descrito, con anterioridad, comunarios del norte de Potosí, quemaron unos domos hotel en inmediaciones del salar de Thunupa, lado orureño, porque se enteraron que era un emprendimiento con capital suizo, impulsado y apoyado por la Gobernación de Oruro.

En esa ocasión alegaron que todo el salar es de los potosinos y que ese es su territorio, lo que no es cierto porque ese pedazo del salar se denomina Thunupa y pertenece a la jurisdicción orureña.

Lo que se busca ahora es dar solución ya que los pocos emprendimientos de ese tipo en el salar, ya sea de Uyuni o de Thunupa, deben ser apoyados e impulsados, obviamente que las comunidades tienen derecho a recibir una compensación justa porque se está lucrando con los paisajes donde están sus tierras, sin embargo también debe ser posible de cumplir para los empresarios.

Todo en su justa medida es factible, mientras todos ganen está bien, que no existan abusos de un lado ni del otro, de esa manera se puede tener una convivencia pacífica y armónica, ya que el territorio boliviano le pertenece a todos los bolivianos, por lo tanto no se puede quitar a otro lo que a uno no le pertenece, ya que eso sería un robo.

Todos podemos aprovechar los frutos qué nos ofrece la tierra donde nacimos, pero todo con medida, con justicia y equidad para todos, ya que el turismo es una de las escasas posibilidades de progresar el país.