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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 La historia no puede ser borrada de un plumazo - Peri贸dico La Patria (Oruro - Bolivia)
- La Revoluci贸n del 9 de abril de 1952 fue gestada por los trabajadores
- El objetivo central era la nacionalizaci贸n de las minas
La historia de Bolivia est谩 plagada de una serie de p谩ginas de hechos violentos, justificados o no, con ambiciones, pensamientos revolucionarios, consignas populares, alzamientos armados, golpes y otros que marcaron la vida del pa铆s.
Sin embargo, con el paso de los a帽os, se pretende desconocer las situaciones reales acontecidas por ejemplo, aquel hist贸rico 9 de abril de 1952, que no fue producto de la casualidad, sino era un anhelo, principalmente de los trabajadores mineros, elaborado desde mucho antes, incluso de la misma fundaci贸n de la Federaci贸n Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), ocurrida el 11 de junio de 1944.
Cada 9 de abril, los ??emenerristas? se jactan y celebran esta fecha como uno de gloria, por la supuesta participaci贸n que tuvieron al derrocar mediante un golpe de Estado, al gobierno del general Hugo Ballivi谩n, quien asumi贸 el poder el 16 de junio de 1951.
Pero, no fue as铆, solo se aprovecharon del oportunismo de los acontecimientos para hacerse del poder y asumir la presidencia desde el Palacio Quemado. El verdadero golpe de Estado o mejor dicho la insurrecci贸n popular, fue dado por los trabajadores mineros, fabriles, gr谩ficos y otros, liderados por el sindicalista Juan Lech铆n Oquendo, cuya reivindicaci贸n principal, era la nacionalizaci贸n de las minas.
LOS ANTECEDENTES
El dominio econ贸mico establecido por los barones del esta帽o, Hochschild, Aramayo y Pati帽o era en desmedro de la clase trabajadora, principalmente minera, que en esa 茅poca se aprovechaba de su fuerza laboral, adem谩s que sus sueldos se caracterizan por ser paup茅rrimos.
Cuando se organizan de manera efectiva, con la fundaci贸n de la Fsmtb, las consignas eran claras, adem谩s de la nacionalizaci贸n de las minas, se demandaba, los contratos colectivos, ocho horas de trabajo, salario con escala m贸vil, vivienda obrera, fuero sindical, desayuno para los escolares, juicio a Hochschild y celebraci贸n del D铆a del Minero el 21 de diciembre, en honor a la masacre de mineros en Catavi en 1942.
Tendr铆an que pasar una decena de a帽os, para conseguir los objetivos. Los barones del esta帽o, ten铆an comprado el poder pol铆tico y corrompido el aparato judicial, mucho cambio a la fecha no hay, solo fueron reemplazados los actores.
Ese lapso de tiempo, antes de la revoluci贸n del 9 de abril, permitir铆a a Juan Lech铆n Oquendo, consolidarse como dirigente sindical, a punto de que las bases lo tomaban como un l铆der aut茅ntico, representativo e incluso era idolatrado, porque su preparaci贸n le permiti贸 enfrentar a los pol铆ticos de la 茅poca, con aplomo y mucha decisi贸n. Era la voz autorizada para llevar adelante huelgas y al mismo tiempo pararlas.
Si bien Lech铆n era de las facciones del Movimiento Nacionalista Revolucionario, como 茅l dijo en reiteradas oportunidades, no era de la c煤pula dirigencial, sin embargo, fue el gestor principal de la revoluci贸n, apoyado por la Fstmb, los trabajadores del subsuelo de todo el pa铆s, as铆 como fabriles, entre otros.
Simult谩neamente y como era conocido, tras varios exilios y su retorno a La Paz, se entrevist贸 con el entonces ministro del Interior, el general Seleme, quien tambi茅n pensaba en el golpe a Ballivi谩n, porque 茅ste lo traicion贸. El militar ser铆a apoyado por la Falange Socialista Boliviana (FSB) liderado por ?nzaga de la Vega.
Pero, tras varias reuniones con Lech铆n, logr贸 cambiar de parecer y se uni贸 al prop贸sito que ten铆a el MNR, ya que supuestamente sus facciones estaban ya organizadas, aunque no del todo. Ante ese cambio de opini贸n, la FSB decidi贸 apoyar a un coronel Torrico, quien tambi茅n quer铆a derrocar a Ballivi谩n.
El golpe de Estado estaba programado para el 12 de abril, pero un anuncio repentino de Ballivi谩n para un cambio de gabinete por supuestas intentonas golpistas, oblig贸 a adelantar la revoluci贸n, para el 9 de abril.
Un detalle para tomar en cuenta, Lech铆n era amigo entra帽able de Hern谩n Siles Suazo, y con 茅l se coordinaban todas las acciones con Seleme. Hasta ese momento, el MNR aparec铆a como protagonista, pero no era visible. Los que s铆 estaban atentos e incluso armados eran los mineros y fabriles.
La idea del golpe era coronar a Seleme como presidente de Bolivia, y el MNR se har铆a cargo de algunos ministerios.
9 DE ABRIL
La ma帽ana del 9 de abril, el exfalangista, Candia, llev贸 a Lech铆n hasta la f谩brica Forno, donde dio un discurso que no llam贸 mucho la atenci贸n de los fabriles, hasta que Candia dijo que era Lech铆n, ah铆 todo cambi贸, y tras un discurso revolucionario del dirigente, los obreros dejaron sus fuentes de empleo y salieron en marcha hasta la Plaza Murillo, en el camino se unieron otros fabriles, de otras empresas m谩s.
Estaban armados llevaban como 200 fusiles, solo la mitad estaba en buenas condiciones, hab铆a pocas municiones, en el camino entonaban el Himno Nacional y con fuerza coreaban: ??隆Morir antes que esclavos vivir!?.
Una vez que llegaron a la plaza, el Palacio de Gobierno estaba vac铆o, Ballivi谩n hab铆a abandonado la Presidencia para ocultarse en el Colegio Militar, su s茅quito a煤n lo defender铆a. Lech铆n junto a los obreros esperaron que Seleme o Siles Suazo salgan a los balcones a proclamar la victoria, sin embargo, nadie sali贸, es m谩s ni siquiera llegaron al lugar.
Ante esa situaci贸n, Lech铆n tuvo que emitir un discurso en la misma Plaza Murillo, instantes despu茅s lleg贸 en taxi, Hern谩n Siles Zuazo y solo pronunci贸 un parco mensaje: ??Volveremos, venceremos y perdonaremos?. Seguidamente hizo la ??V? de la victoria y se fue en el mismo taxi, dejando a todos desconcertados.
Minutos despu茅s, desde el Ministerio del Interior, piden a Lech铆n que entre al Palacio de Gobierno y desde los balcones anuncie la toma del poder, as铆 lo hizo y cuando emit铆a un discurso desde el balc贸n, desde Miraflores se escucharon r谩fagas de fusiler铆a. Inmediatamente, los obreros junto al dirigente se dirigieron hasta all铆, en el camino se registraron muchas bajas, ya que los fabriles eran atacados con morteros.
El golpe de Estado se hab铆a transformado en una insurrecci贸n popular ante todo el abuso de a帽os anteriores que cometieron los gobiernos de turno, estaban cansados de masacres y que no se piense en el pa铆s, eran los obreros que tomaron las calles para derrocar no solo a Ballivi谩n, sino a la ??rosca? como llamaba Lech铆n, a los barones del esta帽o.
??Todos los que reclaman ser autores de la insurrecci贸n mienten. Los acontecimientos hablan por s铆 solos, para quien quiera conocer los hechos. Y hoy cuando el MNR reclama ese hecho hist贸rico para s铆, es una falacia, y no solo una falacia, sino la vieja tradici贸n de apropiarse de lo que leg铆timamente le corresponde al pueblo boliviano?, dijo en vida Juan Lech铆n.
Ese d铆a el MNR hab铆a pactado una tregua con los militares, por eso fue el discurso d茅bil de Siles y la no aparici贸n de Seleme en Palacio. Todo estaba charlado para frustrar el golpe, pero no se imaginaron que la insurrecci贸n estaba en las calles, no solo en La Paz, sino en gran parte del pa铆s.
SIN TREGUA
Pidieron tregua a Lech铆n, pero 茅l no acept贸 porque se jugaban altos intereses de defensa de la Patria. La noche del 9 de abril, todo el 10 de abril, se tuvieron batallas encarnizadas, entre el Ej茅rcito y el pueblo boliviano. Al final, los militares fueron vencidos, no solo en La Paz, sino tambi茅n en Oruro. Los mineros de San Jos茅 hicieron arrodillar y rendirse a los militares del Regimiento Camacho.
Honor y gloria para los h茅roes obreros que lograron someter a sus verdugos, el camino estaba llano, para que mineros, fabriles y obreros se hagan del poder, sin embargo, el MNR representado por Siles Suazo, vieron la oportunidad de hacer una negociaci贸n con los militares. Fue una vil traici贸n a la insurrecci贸n, el MNR no vio qu茅 pas贸 en las calles.
En Laja, La Paz, se firm贸 el acuerdo y Siles Suazo asumi贸 interinamente la presidencia de Bolivia. D铆as despu茅s lleg贸 V铆ctor Paz Estenssoro de la Argentina y fue recibido como h茅roe nacional, sin ni siquiera haber disparado una bala o por lo menos haber estado presente en las movilizaciones.
Pese a esa traici贸n del MNR, los trabajadores bolivianos apoyaron a ese partido que sin pena ni gloria particip贸 de la revoluci贸n. La c煤pula emenerrista a la llegada de Paz, lo nombr贸 Presidente de Bolivia, lo que vendr铆a despu茅s es solo historia, al grado de desconocer lo que realmente pas贸 aquel 9 de abril, cuando la voluntad popular derroc贸 no solo a un mandatario, sino al ej茅rcito de los barones del esta帽o.
(*) Basado en el libro: ??El pueblo al poder? de Juan Lech铆n Oquendo, tomos I y II
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