Nueva idea de belleza de Prada baila entre lo femenino y lo masculino

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En la Semana de la Moda de Milán nos dejó las propuestas de Diesel, Fendi, Alberta Ferretti y Etro, entre otras firmas italianas. En lo que respecta al día de hoy, se esperaba mucho de la nueva colección para el otoño-invierno de 2023 de Prada y ya podemos decirlo: Miuccia Prada y Raf Simons no han defraudado y han vuelto a dar en el centro de la diana. Empeñados en posicionar todas y cada una de las piezas que brotan de la firma como las más deseadas por celebs e influencers, el tándem de diseñadores sigue esa línea en este desfile.

El show de Prada nos deja un mensaje claro: jugar con los mundos opuestos es la nueva filosofía de la casa. Tan pronto hemos visto siluetas hiperfemeninas como piezas minimalistas que evocaban al vestidor masculino, todo bien mezclado, que no agitado, en cada uno de los looks que han desfilado este mediodía.

�??La colección Prada para el próximo otoño-invierno reconceptualiza, reconsidera y finalmente redescubre ideas de belleza. La belleza aquí no está determinada por la estética, sino por la acción: las prendas son signos, representaciones de la belleza del cuidado, del amor, de la realidad�?�. Con estas palabras, la marca de lujo italiana explicaba el verdadero sentido de su última propuesta.

Volúmenes, superposiciones y mezcla de siluetas. Americanas descomunales acompañadas de shorts reducidísimos o minifaldas, rectitud en pantalones y vestidos. Y, en mitad de este repertorio, guiños a la corriente �??army�??, que con Prada vivirá sus años más sofisticados. En verde caqui, los vestidos camiseros con, atención, cola y repletos de bolsillos con solapa nos devuelven a primera línea la estética militar sin excederse. Esos trajes con cola que vienen a recordar a la falda XS que la temporada pasada arrasó en el street style aumentan el largo hasta los tobillos y ese retal de tela queda arrastrando por el suelo.

De pronto, tiempo de abrigo. La capa recupera su estatus de esencial para el invierno y compite con otros modelos como trencas, abrigos de paño y plumíferos. Un material, el acolchado, que Prada emplea también en otras prendas más allá de los abrigos: faldas o americanas mullidas que otorgan un extra de volumen al armario de trabajo. A los tejidos ya mencionados, se suman el ante, la lana y, en esas piezas especiales con flores 3D, el tul y la organza. En todos los supuestos, prima la calidad del material, tanto que se convierte en protagonista.