Oruro, cuna de la danza predilecta del Carnaval, la Diablada

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La danza de la diablada es la abstracción de varios elementos que la hacen hoy una de las danzas preferidas de quienes tuvieron la oportunidad de verla. Cada año, Oruro, cuna de esta obra de arte danzada, se convierte en el escenario más grande para la interpretación de una de las obras extraordinarias del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

En su obra, �??Danzas y Tradiciones de la Fiesta del Socavón de Oruro�?�, el investigador, Estanislao Aquino Aramayo, señaló que, �??en la época Auto medieval�?�, para recordar al pueblo europeo su moralidad, se exaltó las virtudes mediante obras teatrales, describiendo al portador de pecados, el diablo, como un ser con la piel expuesta y luciendo los cuernos, de esta figura clásica sólo quedan las representaciones cinematográficas en Oruro-Bolivia.

Al llegar la colonización y evangelización europea, en la región de lo que ahora se conoce como Oruro, también llegan sus deidades particularmente identificadas, que actualmente son representadas en danza.

La protagonista de esta historia es la Virgen del Socavón, por quien las huestes dedican su paso marcial guiados por el personaje del Arcángel Miguel, siguiéndole derrotado y arrepentido, el rey de las tinieblas, Lucifer, quien comanda humildemente con su lugarteniente Satanás, delante de los siete pecados capitales: la soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza, que tienen su representación exclusiva en la Fraternidad Artística y Cultural �??La Diablada, identificados por colores que matizan la paleta folclórica.

En una de las fraternidades, Diablada Artística �??Urus�?�, se muestra la representación de las virtudes, quienes deben cumplir ciertos requisitos en edad y simpatía para formar parte de este séquito.

A medida que se dieron los cambios sociales, en cuanto a la liberación de la mujer y empoderamiento, este género fue incorporando nuevos elementos que antes no se había tomado en cuenta, por ejemplo: las versiones femeninas del diablo, con falda corta y taco, marchando con un estilo más femenino y coqueto.

�??La China�?�, el personaje femenino que en la iglesia católica la señalan como la tentación de la carne sigue siendo, en la danza de la Diablada la compañera ideal del señor de las tinieblas, luciendo pollera corta, un corsé que ajusta su cintura, en los hombros una capilla colmada de piedras preciosas que deslumbran al observador, quien sube la mirada siguiendo las trenzas largas hasta descubrir una careta con ojos grandes y pestañas largas que hipnotizan.

Se debe destacar que, en la Revista Historias de Oruro, en un artículo escrito por el investigador e historiador Fabricio Cazorla Murillo, relata el declive de la danza que era popular entre los mineros y que en 1908 se debilita por la caída de los minerales.

Años más tarde, en 1914, el alza de los minerales alienta el deseo de volver a bailar para la Virgen del Socavón y junto a sesenta diablos que vinieron desde Caracollo, guiados por Máximo Blas, vuelven a lucir los trajes de la diablada, guiados por los bordadores.

Más adelante la familia Corrales, se hace cargo del grupo de danzarines que desde entonces son conocidos popularmente como �??Los Mañazos�?�, y ésta tuvo que afrontar la guerra del Chaco (1930 a 1932), un periodo en el que los diablos descansaron y defendieron el territorio boliviano sopesando muchas desventajas.

Ya en 1941, retornan los diablos en el escenario del Oruro Royal, desde entonces el interés fue creciendo, realizando presentaciones por Bolivia, pero este éxito solo hizo que se dividieran creando las diabladas que actualmente se muestran en la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Fuente: LA PATRIA