El lío de los obispos

Parlamentarios del Movimiento Al Socialismo, MAS, en 2019 llamaron a un grupo de obispos para que llamen a una mesa de diálogo entre partes confrontada, con la finalidad de pacificar el país, que entonces estaba convulsionado por el abandono de sus principales autoridades y la sed de guerra civil de algunos grupos de ciudadanos afines al entonces gobierno.

Se llamó a los obispos a declarar en el caso �??Golpe I�?�, pero en calidad de acusados por supuestamente apoyar y propiciar el presunto golpe de estado, sin embargo, al parecer los mismos parlamentarios que ahora acusan a los prelados en su momento fueron quienes los llamaron para ayudar a pacificar el país.

Una de esas personas, que estuvieron presentes en la mesa de diálogo, fue la ex diputada Susana Rivero, quien ahora considera que el testimonio de la iglesia es irrelevante, porque según ella, los religiosos están a favor de la oposición, pero no sólo ella estuvo presente en esas mesas de diálogo, también estuvieron otras parlamentarias del MAS, como Adriana Salvatierra y la ex directora de la ASFI, Teresa Morales.

La pregunta es, ¿cuál es el afán de querer encarcelar a todos los que participaron en la mesa de diálogo y en la pacificación de Bolivia? Si se trata de tratar de afianzar la retórica del golpe de estado, tampoco se entiende el afán de mantener esa versión, ya que ni los mismos renovadores del MAS quieren tener de vuelta al expresidente Evo Morales y de confirmarse esa versión se tendría que reponer en el cargo al exmandatario.

En todo caso, la mayoría de los dirigentes masistas, como si se tratase de seguir un guion, apoyan la versión de un golpe de estado, pero olvidan que quienes ahora se encuentran en el Gobierno, están ahí porque Jeanine Áñez, en su condición de presidente del país, llamó a elecciones, las mismas que colocaron a los partidarios del MAS donde están ahora, empezando por el vocero presidencial quien antes arremetió, en un artículo, contra el mismo expresidente Morales.

De todos modos, los obispos, quienes obedecen a una autoridad superior en la iglesia, enviaron su versión de los hechos al Vaticano, para el conocimiento del Papa Francisco, donde aseguran que su única intención fue ayudar en la pacificación del país.

El Gobierno está haciendo caso omiso a las observaciones y recomendaciones de los organismos internacionales, y eso le puede costar la sanción al país, por lo que, los gobernantes deben reflexionar sobre cómo responden ante esas organizaciones mundiales que, se quiera o no, tienen cierta influencia porque las sanciones que se dan a un país son duras de cumplir y los bolivianos no quisiéramos vernos envueltos en esos conflictos.