Martes 07 de febrero de 2023

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Editorial y opiniones
Política pública, otra manera de encarar los problemas sociales
07 feb 2023
Por: Julio Cesar Lima Sarmiento
Las ciudades y áreas metropolitanas de Bolivia han tenido un progreso con características similares a las demás ciudades de Latinoamérica: cambios en la política económica; afectación en la productividad y depresión de algunos sectores económicos, lo que, en gran parte, promueve una aceleración de los procesos migratorios entre el área rural y urbana, crecimiento demográfico y creciente urbanización. Esto ha puesto en evidencia la debilidad institucional histórica del Estado en sus distintos niveles para planificar, regular y fiscalizar el desarrollo urbano, la continuidad y calidad de los servicios públicos.
El concepto de movilidad urbana sustentable va más allá de trasladar gente de un lugar a otro; esta se enfoca en la satisfacción de las necesidades y expectativas de todas las personas para que puedan acceder a sus destinos deseados, al mismo tiempo que minimiza las externalidades negativas sociales, económicas y ambientales originadas en el uso del espacio público. Los sistemas de movilidad de las ciudades en su calidad de columna vertebral son esenciales para hacer de estas un lugar mejor para vivir, trabajar y generar desarrollo. Bajo este entendido, la movilidad urbana debe ser tratada como un derecho social. Por ello, corresponde que los líderes nacionales locales den a las ciudades un tratamiento prioritario que les permita alcanzar un crecimiento inclusivo, de calidad y sustentable.