Un espacio a la memoria de Villarroel

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En la ciudad de Oruro, hay un espacio dedicado a un personaje notable, fue Presidente de Bolivia, sin embargo, por cuestiones del destino, fue asesinado por una multitud enardecida, que, asumiendo un estado de barbarie, hizo retroceder el tiempo del siglo XX a los precarios años de la civilización.

Aquel hecho ocurrió el 21 de julio de 1946, cuando Gualberto Villarroel, mandatario considerado del pueblo, murió fatídicamente en el cumplimiento de sus funciones. Fue el Palacio Quemado, el centro de todo este desastre.

Se dice, según la historia, fue asesinado en el interior, posteriormente, su cuerpo fue arrojado por uno de los ventanales hacia la calle y luego fue colgado en uno de los faros de la Plaza Murillo.

En la Alta Tierra de los Urus, el mártir de los pobres tiene su lugar, es conocido como la Avenida Villarroel, cuyo espacio central son cuatro cuadras, desde la 6 de Octubre hasta la Avenida 6 de Agosto.

Sin embargo, hace unos años, el lugar fue remozado, se cambiaron los cordones y las aceras, se pintaron las jardineras y en la primera cuadra se colocaron elementos decorativos, seres vinculados al mar y a la naturaleza, hoy carente de agua. Asimismo, hay querubines con distintas expresiones, que son parte de los ornamentos de la avenida mencionada.

Hay un sector abierto, cual si fuera un kiosko en la parte de la calle Potosí, que permite a los niños y jóvenes utilizarlo como un sector de práctica para actividades culturales, como danza o teatro.

Más abajo, en el cruce de la calle Velasco Galvarro, está un kiosko, más pequeño que de las plazas 10 de Febrero o de Manuel de Castro Castillo y Padilla, que invita al descanso y a protegerse del sol abrazador.

La Avenida Villarroel, es en los días del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, un lugar muy visitado no solo por locales, sino también por foráneos, ya que a solo una cuadra es el inicio de la Entrada del Sábado de Peregrinación como del Domingo de Corso de Carnaval.

Es importante rememorar la historia y recordar a los personajes que sí aportaron al

engrandecimiento de Bolivia.

Periodista de LA PATRIA