Era difícil y hasta imposible pensar que nuestro país tenga que importar alguna vez cierta cantidad de papa, el tubérculo que se produce en una gran variedad y de alta calidad en cada uno de los departamentos del país, de ahí que recurrir a un posible aprovisionamiento externo resulta incongruente, pero por algún factor que aún no se ha determinado es un fenómeno que se produce y que lamentablemente está alterando el comercio y consumo de la papa nacional.
Mediante un Decreto Supremo se prohíbe la importación de papa, sea de donde fuese, con lo que se respalda la producción nacional y se obliga a que la misma sea debidamente utilizada, favoreciendo de ese modo a los productores y además la intención tiene sentido en que también sea favorable al consumidor, por su precio y calidad.
Sin embargo, tal parece que justamente el problema de tener papa extranjera y especialmente peruana, tiene que ver precisamente con un precio más competitivo y según vendedoras y hasta algunas amas de casa, también con calidad, de ahí que por lo menos en los mercados de El Alto, en La Paz y hasta en nuestra ciudad se busque papas peruanas, pues cierta parte de la producción local no siempre es satisfactoria al gusto y necesidades de los compradores.
Pero para mostrar la otra cara de la medalla, de manera positiva, se organizan ferias especiales para mostrar una increíble variedad del tubérculo, más de un centenar de especies diferentes y que son cosechadas en las comunidades de nuestro altiplano y algunas que llegan de los departamentos vecinos que igualmente son parte de un intenso trabajo de agricultores que buscan mejorar su producción para competir especialmente con el tubérculo peruano, que llega más por la vía del contrabando que por medio de la importación legal.
Si el gusto ciudadano busca cierto tipo de papa que se utiliza para preparar los menús diarios y resulta que el paladar recibe ese producto con satisfacción, es urgente que los especialistas puedan establecer condiciones y diferencias que se encuentran en las papas externas para que de algún modo pueda lograrse las semillas que permitan mejorar los cultivos nacionales. De ese modo se podrá competir con el producto externo, aunque este hecho debería estar plenamente demostrado con la variada producción nativa.
¿Qué es lo que está pasando entonces? Posiblemente que la papa nacional, la buena, la garantizada y sabrosa está también cruzando algunas fronteras y nos quedan las papas de segunda o tercera calidad, que ya no son tan apetitosas y que además llegan con gusanos, dañadas internamente y por tanto son rechazadas en el mercado.
Lo que se necesita entonces es que el decreto que prohíbe la importación de papas sea ampliado con otra restricción que evite la salida de la papa boliviana por la vía del contrabando a mercados vecinos, de ese modo la buena papa quedará para competir abiertamente con las papas foráneas, pero además será importante que se controle los precios para no persista el rechazo en la población que cuida su presupuesto en centavos y con justificada razón.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.