De la leyenda a la realidad con los arenales de Cochiraya

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Cuenta parte de una leyenda, que miles de hormigas se aproximaban de distintos puntos cardinales para aniquilar al pueblo Uru, plaga enviada por el semidiós Huari, que intentaba castigarlos porque no logró su sometimiento. Es ahí, cuando apareció una hermosa doncella del cielo para convertir a esos insectos gigantes en arena.

Se cree que esos vestigios aún están presentes en la ciudad de Oruro, sin embargo, a la fecha solo quedan dos arenales, uno que está en la parte Sudeste y otro en la parte Noroeste, conocido también como los arenales de Cochiraya.

Este lugar es único y la gente que por primera vez los visita, tiene una experiencia inolvidable, porque se imaginan que están en el mismo desierto del Sahara.

Para llegar a este lugar, muy visitado durante los fines de semana, se debe ir por la avenida de Circunvalación hacia el Oeste, si es que se lo hace desde el famoso Casco del Minero. Si el camino se toma del Sur, entonces, solo hay que dirigirse en sentido contrario para ubicar este atractivo.

Por otro lado, de acuerdo a las costumbres locales, desde el miércoles de ceniza, se visitan los sitios pétreos de la ciudad de Oruro, como la víbora, el sapo y el lagarto, y en tentaciones los arenales, antiguamente, las comparsas solían llegar hasta los arenales de la zona Este, para continuar el festejo de la despedida del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Otra época muy visitada es durante la Semana Santa, allí se hacen verdaderas obras de arte con la arena, evocando los pasajes bíblicos.

Este sitio está en peligro de extinción porque los depredadores urbanos utilizan la arena para la construcción y en otros casos, este material es llevado a otros departamentos del país, ante la vista y paciencia de los mismos orureños.

Periodista de LA PATRIA