Querubismo

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El querubismo es una enfermedad genética rara que provoca un crecimiento anómalo de los huesos de la cara: maxilar superior y mandíbula. Aunque no sea una enfermedad grave y la afectación durante la edad adulta sea residual, lo cierto es que el querubismo puede ocasionar problemas estéticos, psicológicos y funcionales severos, especialmente durante la infancia y la adolescencia.

En el 80% de los casos, el querubismo es un trastorno genético que está causado por la mutación de un gen, además de esto, se estima que, en el 50% de los casos, el origen del querubismo es familiar.

SÍNTOMAS

El querubismo es una patologia que cursa durante la infancia y la adolescencia. Lo habitual es que las primeras manifestaciones se produzcan alrededor de los cuatro años y que vayan en aumento hasta la etapa final de la adolescencia, generalmente, los trastornos comienzan a revertir durante la edad adulta.

El trastorno origina deformaciones simétricas en la cara, lo que provoca un aspecto antiestético.

Pero, además de problemas antiestéticos o psicológicos, el querubismo puede provocar pérdida de visión, obstrucción de las vías aéreas, apnea del sueño, dificultades en el lenguaje, complicaciones en la masticación o la deglución, alteraciones en el desarrollo de la dentición, etc.

TRATAMIENTO

En primer lugar, es necesario destacar que, mientras se encuentre en fase de crecimiento, el querubismo requiere un seguimiento clínico y radiográfico constante. Dado que el querubismo ataca funciones básicas como son el lenguaje y la masticación, el tratamiento consiste en intentar minimizar ese daño.

En el caso de que el querubismo afecte a la persona que lo padece de manera grave, también existe la posibilidad de tratarlo mediante cirugía.

Sin embargo, como la enfermedad tiende a mejorar con el paso del tiempo, se recomienda no recurrir a la intervención quirúrgica hasta después de la adolescencia, es decir, cuando el trastorno se ha estabilizado.

Dicho todo lo anterior, es importante tener en cuenta que, a pesar de la gravedad de los síntomas o los problemas estéticos, funcionales o psicológicos que cause el querubismo, no nos encontramos ante una enfermedad grave; es más, su pronóstico es bueno con el tiempo y los casos de personas que llegan a la edad adulta con afectaciones son meramente residuales.