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Una mina en el centro de Oruro - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
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Sábado 31 de diciembre de 2022

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Revista Tu Espacio

Una mina en el centro de Oruro

31 dic 2022

Por: Dehymar Antezana

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Un lugar que encierra tradición, cultura, historia, simbolismo, misticismo, está el centro de la ciudad de la Alta Tierra de los Urus, es un lugar muy visitado por propios y extraños, quienes se maravillan por el panorama que presenta el museo mineralógico, ubicado en el interior del Santuario de la Virgen del Socavón.

Desde su ingreso es misterioso el lugar, porque se debe descender al inframundo luego de estar en el cielo, escaleras por descender permiten hacer un recorrido por la historia misma de Oruro y de su Carnaval, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Allí está en su lecho de muerte, el Chiru Chiru, personaje de una de las leyendas que dio origen al culto de fe y devoción a la Virgen del Socavón. Según su significado, era un ladrón bueno que robaba a los ricos para compartir sus botines con los más necesitados. Los mineros lo veían por el lugar y fueron ellos que le pusieron ese apodo: Chiru Chiru, asemejando su cabello como la cola de esa pequeña ave que hacía trinos con el sonido de chiu-chiu.

Fue encontrado muerto en un paraje minero abandonado, muy cerca de él, la imagen de la Virgen del Socavón y unos cirios, ya que se cree que antes de cometer alguna fechoría, prendía velas a su benefactora.

En el camino se observa a un pequeño tío de la mina, para luego llegar al subsuelo.

El olor a copajira, el escenario entre rocas, el aumento de la temperatura, llevan a imaginar que el visitante se acerca al infierno, y no se equivocan, porque más adelante y casi al fondo del recorrido está el ??tiw? o ??tío de la mina?, amo y señor del paraje minero, adorado con una serie de rituales para que no falten las ricas vetas de plata en el lugar.

Luego de la impresionante experiencia, el retorno es más tranquilo, ya que en el camino se observan callapos, pequeñas estalactitas y por supuesto, las reliquias de la actividad minera, entre herramientas y equipos utilizados en la mina en el siglo pasado.

El solo hecho de estar en ese sitio, transporta la mente a épocas inimaginables, cuando esa minería en tiempo pretérito, fue centro de la mayor riqueza que en algún momento tuvo Bolivia, la plata.

La caminata termina con un ascenso impresionante de gradas, muchas paradas, para ser recibidos posteriormente con una brisa helada, típica de la Capital del Folklore de Bolivia.

Periodista de LA PATRIA

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