Miercoles 28 de diciembre de 2022

ver hoy



















No dejan de sorprendernos las caprichosas relaciones existentes entre el Jefe del MAS, dirigente cocalero y hoy jefe opositor, Evo Morales, con el gobierno que aún detenta esa fuerza política; pues estas discurren, como en un matrimonio mal avenido, entre declaraciones de amor y peleas casi irreconciliables; al mejor estilo aimara, a pedradas, o finalmente, simulando esa curiosa inmolación que suelen cometer las ratas cuando se lanzan al mar desde los riscos, a tiempo de sufrir superpoblación o enfermedades de grupo.
Parafraseando la canción peruana de Mario Cavagnaro, uno de los mejores cantautores del Perú, el inefable Jefazo acaba de solicitar al ministro de gobierno, a través de los medios de prensa y bajando visiblemente el tono ríspido que suele aplicar a sus intervenciones, en una tierna, como dulce súplica, la devolución del teléfono celular que le fuera arrebatado durante un cierre de campaña en el municipio de La Guardia-Santa Cruz en agosto de este año, porque no encontrará nada para incriminarlo en algún hecho irregular.
Glosando tal solicitud, discurrimos que ésta pudo haberse dado de la siguiente manera: ??Devuélveme el celular de mi madre y quédate con todo lo del MAS?/ devuélveme, mi amor para matarlo, devuélveme el cariño que te di/ tú no eres quién merece conservarlo, tú ya no vales nada para mí/ Devuélveme el celular de mi madre y quédate con todo lo del MAS, /lo tuyo te lo envío cualquier tarde, no quiero que me veas nunca más.
Empero, apartándonos de la ternura que pudo encerrar este mensaje, existe un pasaje que echa por tierra este romántico requerimiento, al añadir su deseo de aprovechar estas fiestas navideñas y, como auto titulado líder de los humildes, pedir por favor a su hermano ministro de gobierno el celular, ??ya que en él no encontrarás nada, salvo que puedas montar algo?. Asimismo, añadió que un oficial de la Policía le habría informado que recibió la instrucción de investigar la relación entre Evo Morales y el coronel Maximiliano Dávila, detenido por legitimación de ganancias ilícitas, quien es a su vez investigado por los Estados Unidos, por su presunta relación con el narcotráfico, pero no se encontró nada.
En una trama más difícil de creer que en la película AVATAR, el exmandatario se explayó recordando las recientes denuncias de su exministro de Gobierno Carlos Romero, sobre una presunta coordinación entre la Policía Boliviana y la DEA, para atacarlo y proscribir al MAS, añadiendo que entre los funcionarios de estas dos instituciones, se estaría coordinando la entrega de tres celulares, a cambio de tres millones de dólares.
Fuente: Por: Álvaro Riveros Tejada