Warning: inet_pton(): Unrecognized address in /home/lapatri2/public_html/wp-content/plugins/wordfence/vendor/wordfence/wf-waf/src/lib/utils.php on line 28
Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Un museo musical en la esquina de la Cruz Verde - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Bolivia tiene un lugar maravilloso y está ubicado en el corazón histórico de la ciudad de La Paz, cuyas salas guardan un legado único en Latinoamérica. Es el Museo de Instrumentos Musicales de Bolivia, obra del maestro Ernesto Cavour Aramayo (1940-2022).
La esquina de la calle Jaén e Indaburo es el lugar de aquel tesoro, específicamente en la casa de la denominada Cruz Verde. En su interior se observa la más completa colección de instrumentos musicales de Bolivia, desde la época precolombina hasta la moderna, además de conocer la trayectoria de artistas nacionales que dejaron huella en el ámbito musical.
El amor por la música y los instrumentos musicales, data desde que Cavour tenía diez años, cuando compró su primer charango en el ??barrio chino?, instrumento de su predilección; pocos años después construyó un arpa con sus propias manos.
Con el paso de los años, decidió coleccionar, en principio, charangos que las colocaba en su sala estudio, frente a la Plaza del Gran Poder. Fue en 1962 que creó el primer museo del charango; como viajaba constantemente por sus actividades culturales, realizó la colección de otros instrumentos musicales del extranjero.
Posteriormente, con esa primera muestra se traslada a una vivienda de las calles Ricardo Bustamante y Eloy Salmón en el barrio de Chijini. En 1983 se trasladó a la calle de las brujas, Sagárnaga y Linares, donde reabrió el museo con tres salas, una de ellas con instrumentos prehispánicos, además funcionó la peña Naira, cuyo origen fue de 1974.
En esa oportunidad, fueron socios dos franceses, Luis Rico y Ernesto Cavour. Luego de un tiempo, solo quedaron los artistas bolivianos, finalmente, Ernesto se quedó como único dueño de la peña. Naira fue el punto de inicio de muchos artistas afamados, como Kala Marka.
Entre 1991 a 1994 adquirió la casa de la Cruz Verde, en la famosa calle Jaén, para trasladar definitivamente el museo para reinaugurarlo en 1997. De la misma manera hizo con la peña Naira, solo que ya no con las mismas características que tenía en la calle Sagárnaga, porque al frente de la casa que compró ya había una peña, y Cavour respetuoso de esa actividad, convirtió a Naira en un sitio de exposición de cuadros.
Fueron 50 años de dedicación de Ernesto Cavour para coleccionar los instrumentos, algunos adquiridos con sus propios recursos y otros fueron donados por amigos.
Son aproximadamente 2.500 instrumentos que se exhiben actualmente y muy pronto se habilitarán otras salas con más objetos musicales.
El visitar cada sala es una experiencia inolvidable, porque no solo están los instrumentos, sino que cada sitio al ingresar, ofrece música de ambiente, que, en el imaginario, permite al visitante trasladar la mente a las mágicas melodías que salen de ábacos, sicus, cajas, chujllus, silbatanas, entre otros de la época precolombina de Bolivia. A su vez observar elementos creados por el hombre como ocarinas, aerófonos eróticos, lauraques de la época prehispánica.
El corazón se aviva, cuando se visita la sala de cordófonos, al tener frente a los ojos, instrumentos de 1880 como las vihuelas chuquisaqueñas, charangos, violines, arpas, guitarrón talachi; la sala de idiófonos y membranófonos muestra las chajchas, tambores, sonajas, cajas, bombos, sonadores, cascabeles.
En los aerófonos, están las cañas chapacas, sicus, quenas, taquiñas, mohoceños, pinkillos, taikas, flautas, de distintos confines de Bolivia. La música está siempre presente.
Hay una sala de instrumentos musicales inventados e innovados, por Ernesto Cavour, Alejandro Alliendre, Fabián Valencia, Adrián Villanueva, Jorge Rubio, Víctor Ojeda, Néstos Torrico, entre muchos más. El espacio de instrumentos del mundo, es sin duda alguna, otra de las atracciones, al observar piezas de todos los continentes, África, Europa, Asia,
América, Oceanía.
Complementa la sala de instrumentos europeos de uso en el folklore boliviano, como tubas, trompetas, piano, vihuelas, además de piezas de colección con discos de larga duración y vitrolas. Al mismo tiempo, hay un museo de miniaturas, único en Bolivia y otra similar, estilo costumbrista; y uno más de cordófonos latinoamericanos.
Las dos últimas salas, tienen un significado muy singular, porque están los folkloristas notables del siglo XX y la otra, con las memorias de un charango, donde se exhiben los reconocimientos de Ernesto Cavour, entre ellos, el Cóndor de los Andes y la trayectoria de Los Jairas.
Periodista de LA PATRIA
nota basada en la entrevista a maría antonieta arauco responsable del museo de instrumentos musicales de bolivia.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.