Crisis en Nicaragua: la arremetida contra la iglesia Católica

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El 2022 estuvo marcado por una fuerte arremetida a la iglesia Católica por parte del Presidente nicaragüense, Daniel Ortega; no obstante, un episodio resalta entre muchos que protagonizó el Gobierno del país centroamericano en contra de los religiosos.

Aconteció el 19 de agosto, cuando el obispo Rolando Álvarez fue arrestado por la Policía Nacional de Nicaragua por supuestamente organizar grupos violentos e incitarlos a ejecutar actos de odio contra la población, alterando la paz y la armonía de la comunidad para desestabilizar al Estado y atacar a las autoridades constitucionales, según informó la BBC.

El obispo de Matagalpa era considerado como una de las últimas voces, sino la última, que era abiertamente crítica al Gobierno de Ortega, además de denunciar constantemente diversas violaciones a los Derechos Humanos que se registran en el país.

La detención del obispo fue la culminación de una constante presión policial que comenzó el 4 de agosto, cuando agentes de las fuerzas del orden rodearon la Catedral San Pedro de Matagalpa y bloquearon todos los accesos con vallas amarillas.

REACCIONES

Tras la detención de Álvarez, las reacciones no se dejaron esperar, como la del sacerdote nicaragüense exiliado en Miami, Edwing Román, quien mediante sus redes sociales publicó: �??¡Basta ya de tanto silencio!, hablen quienes tienen que hablar y den la cara. A eso se le llama pecado de omisión�?�, en una supuesta referencia al Papa Francisco.

Además, 25 exjefes de Estado y miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), también le pidieron al Pontífice que se pronuncie y adopte una postura firme en defensa de la libertad religiosa del pueblo nicaragüense.

Incluso el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, manifestó su preocupación por el hecho y los calificó como graves ataques a la democracia y la iglesia Católica en Nicaragua.

CRISIS PROLONGADA

En el 2022 el Gobierno sandinista llevó a prisión a tres sacerdotes, cerró ocho radioemisoras católicas y sacó de la programación televisiva por suscripción a tres canales católicos; además, expulsó a 16 monjas de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.

Tan solo unos días antes de la detención de Álvarez, el 14 de agosto, se conoció sobre el encarcelamiento del sacerdote Oscar Benavides en la prisión política de �??El Chipote�?�, al que diversos medios de comunicación describieron como un centro penitenciario con características represivas.

El desentendimiento entre Ortega y la iglesia Católica tomó más fuerza cuando el mandatario se refirió a los sacerdotes como terroristas después de que participaron como mediadores en un diálogo nacional que buscaba una salida pacífica para la crisis que vive el país centroamericano, en varios aspectos, desde el 2018.

En ese entonces, el Presidente reprochó el respaldo a una propuesta que surgió desde la oposición, en la que se planteó que se adelantaran los comicios del 2021, lo que hubiera constituido en una reducción a su periodo presidencial.

Fuente: LA PATRIA