El dulce veneno

Sí y no vamos a hablar del azúcar, pues en parte es responsable del daño que se inflige a los jóvenes que las consumen, pero en este caso se trata de algo más, estamos hablando de las bebidas alcohólicas, llamémosles �??adulteradas�?�, porque además de azúcar, saborizantes, conservantes, colorantes y otros químicos, contienen alcohol potable que es igual al que se usa para desinfectarse las manos.

En un reportaje publicado por el diario colega Los Tiempos, expertos hacen notar que esas bebidas tienen tanta azúcar que se camufla el sabor del alcohol y parece una bebida �??suave�?�, pero los efectos en el organismo son peores de los que podría provocar cualquier bebida alcohólica.

�??Su alto contenido de alcohol y luego sus aditivos, como sacarosa, jugos de frutas, saborizantes�?� el problema con esto es que el consumidor, al menos en las primeras horas, no percibe cuánto alcohol está consumiendo�?�, señaló uno de los expertos.

�??El alcohol tiene un efecto bifásico sobre el cuerpo humano. Es decir, que su efecto cambia con el tiempo. Inicialmente, produce sensaciones de relajación y alegría, pero si este consumo continua, puede llevar a que las personas primero comiencen a tener visión borrosa y problemas de coordinación�?�, añade otro profesional en salud.

Y finalmente añade a todo ese cúmulo de daños al organismo los siguientes, confusión, vómitos, convulsiones, respiración lenta, respiración irregular, piel azulada o pálida, temperatura corporal baja y desmayos.

Eso ocurre con esas bebidas que dicho sea de paso cuestan menos que una botella de agua, por lo tanto, son súper accesibles a los jóvenes que aún no trabajan y que consumen ese tipo de bebidas por moda o por encajar en un grupo.

Sin embargo, dejando de lado el consumo de alcohol, los otros ingredientes de esas bebidas también pueden considerarse veneno puro, ya que no sólo el azúcar como la conocemos, blanca, dulce, que sirve para endulzar nuestros alimentos y la vida, tiene su componente de riesgo al incrementar la producción de insulina.

De todos modos, el resto de componentes químicos que acompañan esas bebidas, como el conservante, colorante y saborizante dañan el organismo tanto o más que los otros componentes mencionados como el alcohol y el azúcar, entonces imaginen todo mezclado es una bomba de tiempo en el organismo.

Es cierto que esas bebidas son dañinas para el organismo, y de cierta manera se regula su consumo ya que al ser alcohólicas está prohibida su venta a menores de 18 años, pero otras, legales, que también pueden causar un daño severo al organismo son los energizantes, de venta en retenes, terminales y donde existan conductores que van de viaje y recorrerán a largas distancias.

Esos energizantes están hechos en base al azúcar u otros edulcorantes, y con su combinación de químicos, a la larga dañan el organismo. Además, que dan una falsa sensación de que energiza porque su efecto dura poco y se necesita consumir más para evitar que el cuerpo se relaje, lo que no puede suceder mientras uno está conduciendo.

En estas fiestas de fin de año, las autoridades llamadas por ley, deben realizar el respectivo control en la venta de esas bebidas.