El valor de la vida

Antes de la final del mundial de fútbol en Qatar, 2022, se alzó la polémica por la sentencia que pesa sobre el futbolista iraní de 26 años de edad, Amir Nasr-Azadani, condenado a morir en la horca por alzar su voz a favor de los derechos de las mujeres de su país que protestan por las injusticias a las que son sometidas.

Una de las figuras públicas en protestar por esa determinación del gobierno iraní, de quitar la vida al deportista, fue la cantante Shakira, quien mediante sus redes sociales se sumó al pedido del actor argentino, Rodrigo Rumi, cuestionando el silencio del mundo.

Además escribió en su cuenta de Twitter: �??Hoy, solo quiero que los jugadores en el campo y el mundo recuerden que un futbolista llamado fue condenado sólo por hablar sobre los derechos de las mujeres. Esperamos que haya más de un minuto de silencio en nuestros corazones para recordar lo importante, y más de una voz solidaria para clamar justicia�?�.

Cantantes famosos declinaron su participación en la inauguración y clausura del mundial de fútbol, precisamente, en protesta porque en Qatar no se respetan los derechos humanos, menos aún cuando se trata de mujeres.

En 1978, cuando se jugó el mundial en Argentina, en ese país reinaba la peor dictadura, que desapareció a miles de personas por no comulgar con los ideales del gobierno de turno y el hecho de condenar a muerte a una persona, jugador de fútbol y colega de quienes ahora festejan su triunfo en el deporte, llevó a un argentino a reflexionar sobre el valor de la vida humana.

Muchos acontecimientos, llamémosles negativos, que ocurren en el mundo, se tapan con los espectáculos del momento, �??al pueblo, pan y circo�?�, es una conocida frase que se acuñó en la antigua Roma -«panem et circenses»-, precisamente porque acostumbraban ofrecerlo al pueblo a cambio de obediencia, de su confianza y -sobre todo- de mantenerse alejados de los asuntos que preferían conservar dentro del círculo político.

La entrada a los espectáculos, así como el acceso fácil a los alimentos, era un derecho de los ciudadanos y no solamente una opción de esparcimiento, y con ello los mantenían tan ocupados que nadie se preguntaba sobre la ética del actuar de sus autoridades, se ha comparado mucho esa situación con el fútbol y es que como lo vimos líneas arriba, mientras dura el espectáculo nadie se cuestiona sobre el valor de la vida.