Lunes 19 de diciembre de 2022

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Editorial y opiniones
PAREMIOLOCOGI@
AMIR NASR - AZADANI, LA FIFA Y LA POLÍTICA EXTERIOR DE BOLIVIA
19 dic 2022
Por: Arturo Yáñez Cortes
Mientras que el orbe aún sigue padeciendo de fiebre futbolera ?? ayer coronó al nuevo Campeón- y las redes y medios están inundados de festejos y lamentos de unos y otros, además de sesudos análisis de lo bueno, lo malo y lo feo del torneo; me resulta imposible más que como futbolero como ser humano, obviar y peor ignorar la situación del futbolista iraní Amir Nasr-Azadani, condenado a muerte por el régimen iraní, por el delito de moharebeh ??enemistad con Dios?, castigado con la ejecución en la horca y, el triste rol de nuestra política exterior.
Según el presidente del tribunal del lugar donde fue ??juzgado?, los hechos consistirían en que el futbolista de 26 años habría confesado su participación en la muerte de un Coronel y dos miembros de la fuerza paramilitar Basij en el marco de las masivas protestas ciudadanas por el asesinato de la joven Mahsa Amini en garras de la policía de la moral, por no llevar adecuadamente su velo. Aunque lo que se sabe es que esas confesiones fueron forzadas y en la realidad, el futbolista cometió el gravísimo ??delito? de corear consignas pro Derechos Humanos, sin haber estado siquiera en el lugar de los hechos.
Recuerden que por similares acusaciones vinculadas más con cuestiones políticas que religiosas -la Sharia es el sistema legal islámico que se funda principalmente en éstas- acaban de ser ejecutados públicamente en la horca dos jóvenes, causando repudio global.
Mientras tanto, la FIFA no ha dicho que se sepa ni miau. El repudio que ya es global, surge obviamente de defensores de DDHH y de las organizaciones de futbolistas como la FIFPRO; pero la máxima organización mundial que tiene cautiva este hermoso deporte, está guardando un asqueroso como estruendoso silencio. Mi búsqueda en su sitio oficial no da resultados y el San Google tampoco.
Al parecer siguiendo su línea oficial que le ha significado taparse las narices con la deplorable situación de los DDHH en Catar que no ha podido ser disimulada siquiera con sus fabulosos estadios e infraestructura y los deliciosos partidos, etc. Su omisión qué en realidad apesta a complicidad salta a la vista cuando la víctima de ese cruel castigo con base a un cuestionable sino inexistente Debido Proceso, está por ejecutar a uno de los suyos, el futbolista iraní Amir Nasr-Azadani.