Lunes 19 de diciembre de 2022

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Suplemento Deportivo
Francia-Argentina fue la final más dramática de la historia de los Mundiales
19 dic 2022
Fuente: LA PATRIA
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Muchos decían que la final del Mundial de Qatar estaba arreglada, pero en la cancha se demostró que nada de eso era cierto. Todo lo que pasó en la final Argentina-Francia bien podría haber sido la trama de una película candidata al Oscar. Hasta el minuto 77, la selección dirigida por Lionel Scaloni no había sufrido. Ganaba 2-0 y parecía tener todo bajo control ante un rival que no tenía un solo remate al arco.
Pero enfrente estaba Mbappé. Y no deja de ser fútbol, sin duda el deporte más injusto que existe en la Tierra. En apenas dos minutos, Kylian Mbappé se despertó y demostró de qué está hecho. Dos apariciones de crack y dos goles para que en toda la Argentina se ponga freno al festejo anticipado. Para decir: no, no vayas todavía al Obelisco. Deja la sidra o el champagne un rato más en la heladera. Para poder gozar primero hay que saber sufrir. Otra vez. Como siempre.
Si los últimos minutos se vivieron con la respiración entrecortada, el alargue directamente se sufrió al borde del infarto. El gol de Messi para el 3-2 fue el desahogo. Ahora sí. Pero no. Mbappé, otra vez y de penal, puso el 3-3 y alargó el suspenso. El último minuto, el 120, quedará en los libros de las Copas del Mundo. La tapada con la pierna izquierda del ??dibu? Martínez a Kolo Muani y, de contra, el cabezazo desviado de Lautaro. A los penales.
Mbappé (el mejor futbolista de la final) no falló. Messi (el mejor futbolista del Mundial) tampoco. Y apareció ??dibu? para taparle el penal a Coman. Sí, como para titular el ??mirá que te Coman, hermano?. Tchouameni la tiró afuera. Paredes y Dybala, intercalados, acertaron. Lo mismo que Muani. Y Gonzalo Montiel, en el cuarto penal, fue el elegido para darle la gloria eterna a Argentina. Y, finalmente los argentinos pudieron gritar ¡campeones!
El carrusel de emociones, ese subibaja de alegría y bronca que significó el partido es difícil de encontrar en las anteriores finales de las Copas del Mundo. Lo más parecido fue el Maracanazo de Uruguay, en 1950. Ante una multitud en contra, perdiendo 1-0 (a Brasil le alcanzaba incluso el empate para ser campeón), apareció la garra charrúa para darlo vuelta y llevarse un título inolvidable frente a un país en el que hasta hubo suicidios tras aquella derrota. Sin dudas, aquella fue la final más
Fuente: LA PATRIA