Una mirada a la historia precolombina de Bolivia

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Bolivia siempre tuvo en su territorio riquezas dignas de ser admiradas, labradas por culturas que valoraron los metales preciosos e hicieron de ellas, la ambición de los colonizadores. Muchos de esos vestigios, el destino se encargó de guardar en la tierra y tras pasar el tiempo fueron halladas, para que hoy podamos revivir y aprender en toda su magnitud.

Es por ello, que damos una mirada a ese legado ubicado en el Museo de Metales Preciosos Precolombinos, conocido popularmente como el Museo del Oro, situado en la calle Jaén, centro icónico de la historia de La Paz.

Este lugar está dedicado plenamente a la arqueología boliviana. Fue creado en 1983, uno de sus promotores fue Carlos Ponce Sanjinés.

El museo consta de cuatro salas, una introductoria donde se exhibe el contenido del lugar. La segunda sala dedicada exclusivamente al oro, en la tercera se muestra la metalurgia y metales como la plata, el bronce y el cobre, y una última sala dedicada a la cerámica.

En cuestión de cerámica hay objetos rituales, vajillas, utensilios; mientras que, en oro, hay de uso ceremonial y que eran parte de la vestimenta de las altas autoridades o sacerdotes.

También hay líticos que corresponden a algunos lugares como el estadio �??Hernando Siles�?� que tenía un templete subterráneo. A la fecha hay 8.000 piezas aproximadamente.

Lo que llama la atención es que este lugar es más visitado por ciudadanos extranjeros que nacionales.

Otra de las características de este museo es que tiene una pieza controversial, denominada como la fuente magna, con rasgos tiahuanacotas, pero que al interior se observa escritura sumeria que no corresponde a la región, motivo por el cual se �??tejen�?� diferentes teorías al respecto.

Esta pieza fue encontrada a orillas del lago Titicaca por la población de Chúa que estaba a cargo de la familia Morejón, que luego fue adquirida por el municipio. Anteriormente, era expuesta en la casa de Pedro Domingo Murillo.

Periodista de LA PATRIA

Nota basada en la entrevista a Jaime Quispe Surco, encargado del museo