Jueves 01 de diciembre de 2022
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Editorial y opiniones
buscando la verdad
Exportar significa crecimiento, empleos y estabilidad
01 dic 2022
Por: Gary Antonio Rodríguez Álvarez
Meses atrás, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) lanzó varios pronósticos con relación al comercio exterior del país, afirmando que el 2022 traería consigo récords de exportación e importación; un segundo superávit comercial, luego de seis gestiones deficitarias; las Exportaciones No Tradicionales (ENT) registrarían su máximo nivel en la historia y un mayor aporte a las ventas externas del país; el sector agroalimentario consagraría su mejor performance histórico, entre otras buenas noticias.
Todo iba bien -o así parecía- hasta que el país entró en conflicto a partir del 22 de octubre por causa del Censo Nacional de Población y Vivienda que debía realizarse el 16 de noviembre de 2022, pero que lamentablemente, no se dio. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde entonces -un cerco en contra de Santa Cruz; muertos, heridos y un severo impacto sobre la economía- hasta que, luego de 36 días, el paro en la región Oriental del país fue levantado.
En medio del indicado conflicto, el 8 de noviembre de 2022, el Primer Mandatario, en dos horas y media de discurso, rindió informe al país sobre lo hecho en dos años de gestión. Dos datos llamaron mi atención, uno bueno y otro, no tan bueno. El Presidente dijo que las exportaciones hasta septiembre habían sumado 10.600 millones de dólares -esa fue la noticia positiva- por cierto, un récord (no ??el mayor valor en 30 años?, como dijera, más bien, el mayor valor a septiembre de toda la historia republicana y plurinacional).
La noticia de sabor agridulce fue saber que el superávit comercial hasta septiembre bajó a 960 millones de dólares? A no dudarlo, siempre será bueno lograr un excedente en el intercambio con el mundo, pero, lo preocupante es que el superávit cayera comparado a igual lapso del 2021 (cuando bordeaba los 1.500 millones de dólares), pero también, comparativamente al logrado hasta agosto (casi 1.200 millones). ¿Por qué se dio tal situación? Veamos?
Gracias a la alta dinámica económica durante el auge mundial entre 2004 y 2014, que llevó al país a disminuir la pobreza y a ensanchar su clase media, Bolivia se convirtió en un gran país importador, siendo hoy dependiente del abastecimiento externo de productos que tienen que ver con su desarrollo, como los bienes de capital, combustibles y equipos de transporte, por ejemplo, que resultan necesarios para producir bienes y servicios para el mercado interno y la exportación. El problema no es importar, sino, su financiamiento.