En economía no sólo cuenta la inflación

Si bien el Gobierno protesta porque no se destaquen los bajos niveles de inflación que tiene Bolivia, el más bajo de la región, no sólo esto define la buena salud de la economía, pues, como ya lo explicaron diferentes economistas, esa baja inflación se debe a la subvención a los carburantes lo que puede traducirse en datos erróneos para calcular la recuperación económica del país.

Uno de los indicadores de que la economía no está del todo saludable es el nivel tan alto del gasto público, y la subida de la deuda interna que supera a la externa. Ahora los analistas observaron un fenómeno por demás preocupante que demuestra que no existe tal salud económica o pronto decaerá, y es que el gasto en sueldos es mayor a la recaudación tributaria.

Por otra parte, ese hecho afecta en que nuevamente los sectores relegados son la salud y la educación, cuando deberían ser los mejor atendidos y tener un mayor presupuesto.

Para rematar, el Gobierno anunció un aumento de salarios para el sector público, lo que se constituirá en un menor ingreso para las alcaldías y gobernaciones para la inversión pública en proyectos de impacto. Además, es cierto que cuanto menos se invierta el déficit fiscal es menor, sin embargo, también lo es el crecimiento económico del país.

Uno de los analistas anotó que, si se compara el PGE 2023 con el presentado para la presente gestión, los cambios son mínimos, lo que es negativo, tomando en cuenta que las perspectivas económicas globales muestran un contexto de inestabilidad y recesión.

Ahora se debe analizar el presupuesto en un contexto de inestabilidad mundial. Por ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) establecieron que los países en vías de desarrollo van a entrar en una recesión a finales de esta gestión y van a tener un proceso inflacionario más elevado. Lo cual significa que también subirá la subvención a los hidrocarburos, lo que significa mayor endeudamiento.

Por otra parte, los analistas observaron el excesivo centralismo, es decir, en el ajuste del PGE de este año el ministerio mencionó que se redujo el déficit fiscal; pero los gastos del Gobierno central suben y lo que se mantienen bajo es el gasto a cargo de los otros niveles del Estado. Por tanto, hay una centralización profunda del gasto y esto deja en una situación poco ventajosa a los gobiernos subnacionales, justo lo que indicamos líneas arriba, que se descuidan aspectos como la salud, la educación y otros que están a cargo de los gobiernos subnacionales.

Si bien el Gobierno está intentando cuidar la economía del país, en algunos aspectos se equivoca, lo que puede significar para el país una recesión económica, sólo el tiempo mostrará si las medidas que se están adoptando son las adecuadas para recuperar la economía boliviana.