Combatir la malnutrición no equivale a luchar contra el hambre

Recién se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Salud y la Empresa Boliviana de Alimentos, EBA, para poner a disposición de la población, productos destinados a combatir la malnutrición en la población, que no es lo mismo que el combate contra el hambre.

Días atrás se informó que Bolivia ocupa el tercer lugar en índices de hambre en Latinoamérica, pero también existe malnutrición, es decir personas con bajo peso y otras con sobrepeso y obesidad. Sin embargo, nutrirse bien no sólo tiene que ver con comer, sino que se debe ver qué se come.

�??Alimentarse no es solamente comer, es ingerir productos que tengan componentes altamente nutricionales, con vitaminas, minerales, todo aquello que requiere nuestro organismo y es por ello es que queremos seguir de la mano de este trabajo que hemos emprendido con el Ministerio de Salud�?�, manifestó el gerente ejecutivo de EBA, Javier Freire.

El problema ahora será definir qué es una buena alimentación o una alimentación saludable, y qué no lo es, porque lo que para algunas personas es una dieta nutritiva para otras no. Un ejemplo de esto es que para los vegetarianos esa es una dieta saludable, mientras que para los carnívoros tiene un déficit de proteínas importante, pero para los primeros es innecesaria la proteína animal.

El programa de alimentación saludable del Ministerio y los EBA contempla la incorporación de leche yodada, fortificada y de multi defensas con DHA, jugo de asaí sin azúcar, néctar de naranja con miel, estevia líquida y en polvo, cápsulas de chía y asaí con Omega 3-6-9, miel con frutilla, con maca, polen natural, miel con limón y jengibre, miel con flor de Jamaica, y frutas liofilizadas.

También se debe pensar en si la población está preparada para usar esos alimentos, es decir si saben preparar comida con esos ingredientes, o quizás, además de expender esos productos sería necesario capacitar a la ciudadanía en la cocina que requiera de ellos.

Por otra parte, sería muy útil que los nutricionistas indiquen la proporción de determinado producto que se debe usar en algunos platillos, es decir, se debe enseñar cuánto de proteínas, cuántos carbohidratos y verduras se debe consumir por plato y qué tipo de nutrientes aporta cada ingrediente.

Con las capacitaciones se puede ayudar a las personas a alimentarse de la manera correcta para que permanezcan saludables, tanto física como mentalmente, pero también se debe pensar en una política pública para combatir el hambre en el país y lograr que los índices de ese flagelo bajen o se logre erradicar por completo, como señalamos al principio de la columna, no es lo mismo la malnutrición y el hambre.