Una vez más está en materia de explicación todo lo relacionado con el proyecto del aeropuerto de Oruro, anunciado como uno de tipo internacional y en la práctica poco menos que imposible llegar a tal nivel en las condiciones que se desarrolla el curso de su construcción.
Justamente coincidiendo con la inauguración de las obras, surgieron observaciones técnicas de entendidos en la materia, inviabilizando la posibilidad de tener un aeropuerto internacional, en los predios en que funcionaba nuestro aeródromo local “Juan Mendoza”. Se criticaron las opiniones, aquellas que con el tiempo cobran real importancia por sus connotaciones y que no son otras que fueron enumeradas por los críticos de entonces y que ahora se repiten como comprobación de que algunos proyectos por su magnitud no pueden ser cristalizados sólo con buenas intenciones y alguna voluntad política.
Con relación al aeropuerto internacional se habló hace mucho tiempo y antes de la determinación política de encarar su construcción sobre los cimientos de la antigua pista del “Juan Mendoza”, por lo menos existían tres localizaciones para encarar el emprendimiento de un verdadero aeropuerto internacional con todas las características que requiere tal emplazamiento y que precisamente tienen una exigencia básica que es el espacio libre para las pistas de rodaje que hagan posible la operatividad de grandes aviones que buscan aeropuertos seguros para cumplir sus planes de vuelo, comerciales, de carga y pasajeros.
No se tomaron en cuenta las recomendaciones y se ignoraron las sugerencias, más se aplicó la “letra muerta” de un contrato “llave en mano” que en la actualidad está tropezando justamente con los problemas que no eran desconocidos y que fueron oportunamente advertidos, para no incurrir en gastos adicionales, sin embargo pudo más la “buena intencionalidad” de algunas autoridades para imponer la erección de un aeropuerto internacional, allí donde era menos recomendable.
Ahora que avanzan las obras, que se han hecho inversiones y que ya se demoró el cronograma de actividades vuelven a ser preocupantes aquellos problemas como las torres de energía y su traslado, igual suerte que la aducción de SeLA y lo que es peor encarar el traslado del relleno sanitario que se encuentra en el sitio considerado “clave” para la extensión de la pista de rodaje. Estos son sólo tres de más problemas existentes en el lugar y que de no ser solucionados seguirán retrasando los trabajos del aeropuerto de Oruro, que dicho sea de paso, casi con seguridad será sólo un aeropuerto ampliado con mejor infraestructura que el que teníamos, pero que no podrá satisfacer el ideal orureño de contar realmente con un aeropuerto internacional que sea el complemento ideal para las futuras actividades en el Puerto Seco departamental.
En el tiempo previsto originalmente no tendremos aeropuerto, una vez concluido tampoco será de las características que exigen las normas internacionales, por tanto uno de nuestros anhelos será sólo satisfecho en parte y quién sabe más adelante se piense realmente en el emplazamiento de un verdadero aeropuerto internacional.
Parece que volaremos bajo, con el aeropuerto que tengamos, no hay muchas perspectivas de elevarnos a las condiciones deseadas de nivel internacional.
Fuente: LA PATRIA
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