Conocer La Paz mediante el Museo Costumbrista es viajar al pasado de oro

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Cada ciudad del país tuvo una época de oro. La Paz no fue la excepción que, con el devenir del tiempo, le permitió forjar su propia historia, a través de su gente, sus costumbres, sus tradiciones, su propia cultura y cuyo legado permanece vivo en el Museo Costumbrista �??Juan de Vargas�?�.

Estar en este lugar ubicado en la calle Sucre casi Jaén, permite al visitante viajar al pasado y admirar la historia de los paceños. El museo fue inaugurado en 1978, con el nombre del primer alcalde de la ciudad, español natural de Badajoz, quien fue parte de la fundación de Nuestra Señora de La Paz.

Se caracteriza por la exposición de dioramas con escenas de la vida colonial y republicana, entre ellas, las Alasitas, el carnaval con su entrada de pepinos, Todos Santos, la procesión de la Virgen del Carmen, además de hechos históricos como la muerte de Túpac Katari y Pedro Domingo Murillo, así como la Batalla de Ingavi.

Tiene piezas contemporáneas y tradicionales de los usos y costumbres de La Paz, carrozas, vestimentas de las damas antiguas, al igual que instrumentos musicales, como el clavicordio, órganos, organillos y pianos.

Otro de los espacios que permite un viaje directo al pasado es la sala de la chola paceña, en la que se hace una contraposición de la antigua con la moderna, sus diferencias y similitudes que dejó el paso del tiempo.

Aparte de las siete salas fijas, hay dos salas temporales en la que se exponen usos y costumbres de La Paz, en función a la temática. Por ejemplo, esta semana se mostró maquetas de los edificios más emblemáticos de esa urbe, como el estadio Hernando Siles, la Terminal de Buses, entre otros.

La otra sala tenía que ver con la parte costumbrista, cultural y natural de la sede de Gobierno y algunas de sus provincias.

Hay entre 5.000 a 6.000 piezas que se exponen a diario y se constituyen en un verdadero atractivo. Por ejemplo, están los personajes populares paceños, como el Yatiri, el aparapita, Sambo salvito, el rodín o el j�??achu, el llauch�??ero, la khatera, el khepiri, las beatillas, el kusillo, entre otros.

El La Paz de antaño muestra sus juegos infantiles, sus fiestas tradicionales, sus lugares míticos, como los tambos y no podía faltar el fútbol, un partido del 24 de abril de 1932 entre el Bolívar y The Strongest en cuya escenificación está el gol de Mario Alborta. Se dice que ese partido fue icónico, era un presagio la derrota para el Tigre, ya que todos sus jugadores al término del encuentro se fueron a la Guerra del Chaco (1932-1935) y nunca más volvieron, porque ofrendaron sus vidas en defensa de la Patria.

No podemos dejar de lado, cuán adelantado en su tiempo, tenían los tranvías, que funcionaban con electricidad y tenían al menos 27 líneas distribuidas en la ciudad.

Como cierre y el impacto que causa al visitante el paseo, está un cuadro del cerco a La Paz protagonizado en 1781, por los indígenas.

Solo una pequeña muestra descriptiva de lo que se puede observar en su máxima magnitud cuando se está en el Museo Costumbrista, ver de cerca cada espacio con minuciosidad, en la que el imaginario actúa en la mente de manera precisa, para recrear cada escena, como si pasara hoy.

Basado en la entrevista a Nayra Flores encargada de salas del Museo Costumbrista �??Juan de Vargas�?�

Fuente: Periodista LA PATRIA