Señor Presidente

Como usted sabe Señor Presidente y todos los bolivianos conocen, los conflictos en el país se extienden por más de 40 días y lamentablemente no hay solución a los problemas, situación que implica mayor retroceso, no hay desarrollo y lo que es peor, nosotros sus hijos, estamos confrontados.

Quizás usted no conoce en detalle lo que pasa en el país, pero mencionaremos algunos de los conflictos más relevantes. El sector salud del país exige la abrogatoria del Decreto 1126, norma que su Gobierno estableció para que dicho gremio tenga una jornada laboral de ocho horas, sin embargo, hay un aspecto que no tomó en cuenta.

Si usted suma la atención de un paciente por hora, el médico se “prestó” una hora del día siguiente para satisfacer las necesidades de los enfermos, ¿le parece lógico? A nosotros tampoco nos parece lógico y eso que lo vimos en muchas ocasiones.

¿Usted cree que el problema de salud se solucionará con más horas de trabajo? Así como vimos la situación, creemos que no.

Como ciudadanos bolivianos y querendones de nuestra Patria, queremos sugerirle que en vez de aplicar un decreto de esa naturaleza, se trabaje en la solución del problema central, como es la estructura del sistema de salud.

Ver más allá de lo evidente, para conocer en detalle dónde se puede fortalecer el tema de salud. Usted habla de que estamos económicamente bien, entonces, ¿por qué no destinar un presupuesto adicional para mayor cantidad de ítems?, ¿por qué no construir hospitales que tengan todas las cualidades para dar una calidad de atención?, ¿por qué no dotar de mayor cantidad de insumos y equipamiento para que la sociedad en su conjunto tenga garantizada su atención de salud?

Desde nuestra concepción creemos que no es imposible y si todo eso se diera, recién analizar la situación de las ocho horas, para observar en el terreno si realmente se puede aplicar su Decreto 1126. Creemos que al intentar no pierde nada, por el contrario se ganará el apoyo de la ciudadanía, ya que como Usted dijo en varias ocasiones, “gobernamos escuchando al pueblo”.

Otro tema candente es la marcha que realizan desde hace días los habitantes de tierras bajas, su única demanda o por lo menos la principal, es la defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). Usted se comprometió que no iba la construcción de la carretera por el corazón de esa reserva nacional, pero lamentablemente no respetó lo que anunció en su momento.

Hombre que no cumple su palabra es hombre del que se pone en duda lo que dice, y creemos que Usted no es de esas personas, sería bueno revisar actitudes y remediar el error que se cometió.

Las demandas de la Central Obrera Boliviana (COB) de un tiempo a esta parte se fueron convirtiendo para Usted en “un talón de Aquiles”, pero la solución definitiva no pasa precisamente por dar mayor dinero a los trabajadores. Que la clase laboral del país necesita mejores condiciones salariales, eso ni quien lo dude, pero tiene que tomar en cuenta que con paliativos la cosa solo mejorará un tiempo y luego estaremos peor.

El problema de los trabajadores se resuelve con una política de reactivación económica, mayor fomento a la producción, reactivación del aparato productivo, mayor oportunidad de empleo. Atención en los requerimientos sociales.

¿Qué es lo que pide el trabajador?, primero que se respeten sus derechos; segundo, una mejor remuneración salarial; tercero, una atención adecuada de salud; cuarto, buena educación para sus hijos; y quinto, una jubilación digna, como premio al sacrificio que hizo durante toda una vida para el desarrollo del país.

¿Le parece justo? Consideramos que sí es justo y mientras se atiendan estas demandas, los bolivianos estaremos felices y contentos, y verá que su imagen ante los trabajadores será de “un salvador”. ¿Es tan difícil? Creemos que no.

Es una carta a la que me encantaría añadir más aspectos, pero temo que Usted se pueda cansar de leer y más con una agenda tan apretada como la que tiene.

Perdónenos el atrevimiento de escribirle estas cuantas líneas, pero creímos en la necesidad y obligación de sugerirle, plantear algunas situaciones que a lo mejor podría tomarlas en cuenta y superar de alguna manera los problemas que vive el país.

Son palabras sencillas, humildes y criterios que recogemos de lo más profundo de nuestros seres. Tiene que tomar en cuenta un detalle, estamos a poco de celebrar el Día de la Madre y la verdad da pena, cómo miles de mujeres tienen que estar participando en las movilizaciones, muchas de ellas se acercan a la tercera edad y otras ya llegaron a esa fase de la vida. Las vimos correr cuando las gasificaron si piedad. Tenga por favor un poco de corazón, actúe como un defensor de su pueblo y no como un enemigo.

Recuerde que este pueblo que le reclama las demandas, es el pueblo que lo eligió, y si lo eligió fue porque confiaba en Usted, que sería un verdadero patriota de la revolución, de la verdadera revolución y del cambio, de la transformación de la Patria y con ello se suponía que todos viviríamos días felices, pero aquello no acontece.

Póngase la mano en el pecho y piense no en un pequeño grupo de bolivianos, sino en los más de diez millones que somos. Queremos vivir en paz, en armonía, queremos trabajar por el progreso de nuestro país, destacarnos por nuestras capacidades y no por nuestras peleas.

Hagamos de este país un ícono de la superación, mostremos al mundo que somos capaces de cambiar para bien. Recuerde que el poder en cualquier parte del mundo es efímero, es mejor quedar en la historia como el héroe que se sacrificó por su Patria, que el villano que hundió a su país.

Señor Presidente trabajemos en serio, pensemos en nuestra madre Patria que nos dio la vida, no la hagamos sufrir y mil gracias por habernos brindado un minuto de su atención, para expresarle nuestra preocupación.

(*) Periodista