Otra empresa estatal que funciona mal

Uno como ciudadano se pregunta, ¿por qué las empresas estatales no funcionan al 100 por ciento bien?, ¿por qué sus empleados muestran tanta ineficiencia? O ¿por qué no cuentan con un equipo de última generación que reduzca las fallas al mínimo? Y es precisamente por esas falencias que los bolivianos desconfían de la administración estatal.

En esta ocasión tocó el turno a Boliviana de Aviación, Boa, que, pese a las incesantes denuncias a través en las redes sociales y reclamos de los pasajeros, no ha mejorado el servicio que ofrecen, en ninguna de sus rutas y quizás se deba a que su flota de aviones ya no es tan nueva y los mismos presentan desperfectos en cualquier momento.

Cuando comenzó a volar bajo la bandera boliviana y en los primeros vuelos de Oruro hacia Cochabamba y Santa Cruz, se ofrecía un refrigerio a bordo, pero al ser corto el tiempo del mismo, se optó por repartir la merienda al entrar, pero en la actualidad no ofrecen ni un vaso con agua, aunque eso es lo de menos.

La falla más importante es que los vuelos se atrasan, ocasionando grandes perjuicios a personas que tienen sus actividades programadas, o cuando existen conexiones con otras rutas. Hay personas que se desesperan y otras que se resignan a no llegar a tiempo a sus compromisos, o simplemente a no llegar.

La aerolínea no ofrece ninguna compensación por esas demoras, y a muchas personas, como se señaló líneas arriba, pierden por completo negocios, compromisos familiares, una cita con el médico, o cualquier otro plan que se haya programado con anticipación.

Cuando hay bloqueos de carreteras la situación empeora ya que en lugar de ser una alternativa para llegar a tiempo se convierte en un perjuicio para los pasajeros que hacen el esfuerzo de pagar un boleto para no perder su cita o compromiso, pero termina siendo un gasto insulso porque de todos modos no llega a la misma.

Existen las oficinas de Odeco, pero tampoco se logra nada con denunciar, la situación no cambia, se necesitan soluciones profundas e integrales, no simples parches, quizás adquirir nuevos aviones para que no sigan sufriendo desperfectos, planificar bien las rutas y elegir a profesionales responsables, también se puede volver a contratar el servicio de catering.

Quizás algunas rutas no son tan rentables como para ofrecer un servicio mejor, como la ruta de Oruro a Cochabamba, sin embargo, también hay personas dispuestas a pagar el pasaje que en relación a los de ómnibus, son bastante más caros, porque se evita el tráfico, muchas veces pesado, y por ende el cansancio de un viaje de cuatro horas, pero para ganar clientes se debe ofrecer un buen servicio y sobre todo puntualidad.