Los urus están huérfanos

Nuevamente uno de los lagos más grandes del altiplano boliviano enfrenta una crisis por falta de agua, el Poopó, que otrora fuera uno de los lagos navegables más grandes de Bolivia ahora parece un salar o un desierto blanco, pero ninguna autoridad hace nada por remediar esa situación, los pocos habitantes que se quedaron en Puñaca Tinta María lloran al ver la desgracia que ha tocado sus vidas.

La mayoría de los pescadores se fueron a vivir a otros lugares, migraron a la ciudad o se fueron a otros departamentos en busca de un medio de vida que les permita salir adelante, los que se quedaron buscan otros medios de vida, apostaron por la agricultura, aunque tiene que pelear por tierras contra aymara que se asentaron hace años y ahora son dueños de las mejores tierras, ya que las que les dieron a los urus no son tan buenas, según ellos mismos lo señalaron.

Durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus el lago tuvo una milagrosa recuperación, pero los humanos depredamos los ecosistemas más rápido de lo que estos pueden regenerarse y nuevamente el humedal soporta la sequía de sus aguas.

Pero las autoridades llamadas por ley proteger el sitio Ramsar miran a otro lado y están ocupadas en otras cosas, la mayoría tienen que ver con la política y se olvidaron por completo del cuidado del medio ambiente.

Los problemas que generaron esa sequía, además del cambio climático, que es una cuestión de alcance global, acabaron con el lago los desvíos hechos en el río Desaguadero, para el riego y la actividad minera que contaminó sus aguas hasta generar la muerte de especies acuáticas que mantenían el equilibrio de la vida en el lago.

Quienes no dependen del lago, directamente, para vivir, se muestran indiferentes ante el problema de la sequía, porque no piensan que ese es sólo un preámbulo para la desaparición de las fuentes de agua dulce en el planeta, que ya lo dijeron los expertos, durará unas cuantas décadas nada más.

Ojalá que las autoridades de la Gobernación se interesen por la situación del lago Poopó y hagan lo necesario para salvarlo, una buena opción puede ser el sistema de recolección de agua de lluvia, rocío y niebla, para cuando llegue la temporada de humedad, que se usa en el desierto de Etiopía, el warka water, luego se arborice la zona y se cuide los árboles para que generen más lluvias, creando un microclima en el que no vuelva a haber sequía.

Los humanos estamos llamado a ayudar al planeta a repararse, porque sólo no lo conseguirá debido a que lo depredamos a mayor velocidad del que éste puede regenerarse, y si no queremos que la casa grande de la humanidad desaparezca no sólo debemos dejar de depredar sino también debemos ayudar a sanarlo.