El tema del cumplimiento de los derechos de los niños y niñas no puede estar aislado del análisis del rol de las familias en el cuidado y la protección infantil, más aún cuando se dimensiona la situación del cumplimiento de los derechos de los niños y niñas en riesgo de perder el cuidado parental o de aquellos que ya lo perdieron.
Y es que la protección de la niñez surge como un tema de interés a fines del siglo XVIII y mediados del XIX debido al crecimiento de las zonas urbanas y el desarraigamiento de la actividad agraria en zonas rurales. En este contexto, las familias se reorganizaron y las mujeres se insertaron en el mercado laboral y, en situaciones de mayor pobreza, los niños y niñas también se insertaron en el mercado laboral.
El rol de la protección de los niños y niñas fue asignado culturalmente a las mujeres y éste debía cumplirse, pese a que la mayoría ya se dedicaba a diferentes oficios fuera del hogar. De esta manera, la protección de niñas y niños parecía una responsabilidad única de las familias y, específicamente, una responsabilidad de las mujeres.
Por esta razón, cuando se tenía situaciones de pérdida del cuidado parental, el cuidado de los niños y niñas quedaba como parte del trabajo asistencialista, fundamentalmente, de instancias religiosas y, de esta manera, el tema de la protección era identificado como un problema o “cuestión” social en la que también el Estado debía intervenir.
Esta situación se complejiza cuando tomamos conciencia de que la familia es determinante para el desarrollo social, emocional y cultural de los niños y niñas, por lo tanto no puede ser una responsabilidad exclusiva de éstas y mucho menos quedar al margen de la responsabilidad del Estado o, lo que es peor, limitarse a la atención de una necesidad en lugar de enfocar los esfuerzos para restituir un derecho.
El círculo de pobreza no tiene sólo efectos en las condiciones de vida en el plano material, su efecto incide en la posibilidad que tendrán las familias de convertirse en el entorno protector que asegure los derechos humanos de los niños y niñas, quienes en función a la infancia que hayan tenido replicarán el tipo de familia que tuvieron cuando lleguen a la edad adulta. Más aún en un contexto de pobreza donde se vulneran los derechos de los niños y donde la diversidad de configuraciones familiares se constituye en un nuevo riesgo para el desarrollo emocional de los niños y niñas.
Si a los elementos anteriormente descritos incorporamos otros que tienen que ver con concepciones y prácticas culturales relacionadas con los niños y niñas, el panorama no es alentador y exige una respuesta. Por ejemplo, en la cultura andina los niños y niñas son asumidos desde una perspectiva funcional en cuanto a las cosas que pueden hacer para contribuir al desarrollo económico familiar. Por esta razón, en muchos contextos los niños y niñas realizan actividades que no corresponden con su edad y, en muchos casos, se ven obligados a trabajar.
Y entre concepciones y prácticas erradas, en Bolivia suman 800.000 los niños y niñas que tienen que trabajar para ayudar a sus familias, muchos de ellos al no encontrar ni cuidado ni protección en éstas asumirán la calle como su espacio de vida.
¿Por qué celebrar entonces un Día de la Familia? Justamente porque las alarmantes cifras para muchos, tienen un rostro de niño o niña que merece, por derecho, crecer en un entorno de amor y protección, y porque las familias necesitan contar con un soporte real y efectivo para mejorar sus condiciones.
La experiencia de Aldeas Infantiles SOS, junto a las familias y comunidades, ha demostrado que es la infancia donde se siembran las semillas del futuro desarrollo de cada persona y que es la familia el espacio ideal para que cada niño y niña pueda experimentar una infancia positiva.
Por ello es importante que desde el lugar que estemos recuperemos aquel calor de hogar que sólo una familia brinda y que más allá de conmemorar un día, apoyemos todos aquellos esfuerzos por hacer de cada familia el motor que logre cambiar el mundo.
(*) Ana María de Granda es presidenta de la Junta Directiva Nacional de Aldeas Infantiles SOS
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.