Agresiones a periodistas ¿Hasta cuándo?

De un tiempo a esta parte, en Bolivia, las agresiones a periodistas van en aumento, principalmente cuando hay conflictos de tipo social. El hecho más reciente ocurrió en la ciudad de La Paz, el miércoles 12 de octubre, cuando se realizó una movilización del transporte federado de esa urbe.

Los transportistas rechazan que el alcalde Iván Arias reorganice el servicio público, motivo por el cual decidieron bloquear, marchar y dejar sin transporte a miles y miles de personas, por ese día.

Como es habitual, los periodistas en su afán de informar a la ciudadanía, se dirigieron a realizar la cobertura de la marcha, dialogar con los dirigentes y mostrar mediante transmisiones en vivo, grabadas desde el celular o contactos mediante las unidades móviles, lo que acontecía en una jornada muy complicada en la sede del Gobierno.

Se notaba que los choferes estaban enardecidos, porque supuestamente no se los había invitado. Una vez en el lugar, los movilizados comenzaron a mostrar actitudes hostiles y trataron de romper las puertas del cine. Al no conseguir su objetivo, comenzaron a lanzar objetos contundentes.

Entre ellos, piedras, envases de refrescos, entre otros, y no les importó el más mínimo cuidado que en el lugar estaban seres humanos, en el caso de los periodistas, cubriendo la información.

Echaron refresco a los periodistas y también les lanzaron piedras. Una de esas, le llegó al pecho de la periodista de Cadena A, Helga Velasco, quien pese al dolor que sintió, siguió trabajando.

Asimismo, como la situación se descontroló, los �??transportistas�?� intentaron robar las herramientas de trabajo de los periodistas, celulares y algunas cámaras fueron el objetivo, todo con el afán de ocultar el acto de vandalismo.

Les ponemos en contexto de lo que normalmente ocurre en este tipo de hechos, situación similar se vivió durante el conflicto entre cocaleros, ya que los periodistas sufrieron las amenazas y destrucción de sus equipos, de ambos grupos, de Freddy Machicado y de Arnold Alanez.

La misma imagen ocurre en bloqueos de carreteras, marchas de protesta y cuanta movilización social se realiza en distintos rincones del país.

Lo que los periodistas piden, reiteradamente, es respeto a su trabajo, respaldado por la Constitución Política del Estado (CPE), que en su artículo 106 indica: �??El Estado garantiza el derecho a la comunicación y el derecho a la información�?�.

Se refuerza con el parágrafo II del artículo 107: �??El Estado garantiza a los trabajadores de la prensa, la libertad de expresión, el derecho a la comunicación y el derecho a la información�?�.

Ante lo sucedido en La Paz, al margen de algunas entidades de la prensa, también se refirieron la Defensoría del Pueblo, que de forma inmediata condenó el accionar de los transportistas contra los periodistas.

�??La institución defensorial reprocha todo acto de violencia y condena enfáticamente estas acciones que impiden el ejercicio de los derechos humanos, como es el derecho al acceso a la información y derecho al trabajo, por lo cual, la Defensoría del Pueblo se solidariza con los trabajadores de la prensa afectados y exhorta a la Policía Boliviana cumplir su mandato constitucional de protección a los ciudadanos�?�, señalaron en su comunicado.

Al margen de los manifiestos, comunicados o muestras de solidaridad hacia los periodistas, no se hace nada por poner un alto a este problema, que va en aumento. Las agresiones son cada vez más, los insultos e intentos de robo del material de trabajo ya son un tema constante y cada cobertura, es más riesgosa.