Viernes 14 de octubre de 2022

ver hoy





















Editorial y opiniones
EDITORIAL
Trabajadores que se sienten traicionados
14 oct 2022
Ahora pesa más el poder político partidario que la lucha de clases que tanto se pregonó a lo largo del siglo pasado y los primeros años del siglo XXI. A este hecho, se suma el prorroguismo de los dirigentes sindicales, que no hace más que profundizar la crisis sindical boliviana, con beneficios personales o de pequeños grupos en desmedro de sus compañeros
Las recientes movilizaciones realizadas en La Paz, principalmente por los trabajadores mineros de Huanuni y Colquiri, permitieron identificar un problema que en cualquier momento se iba a visibilizar. Viejos sindicalistas, en su momento señalaron, que el perder la independencia política sindical, llevaría a los obreros a protestar contra sus dirigentes, por la traición de clase.
En menos de dos semanas, los mineros de ambos distritos se encargaron de paralizar la sede de Gobierno y con similares demandas, entre las que resalta, la abrogatoria del Decreto Supremo 4783, que en su artículo dos, parágrafo uno establece:
??Se dispone que las empresas públicas del nivel central del Estado y las empresas en las cuales el Estado tenga mayoría accionaria, transfieran al TGN parte de sus utilidades netas o dividendos de cada gestión, para financiar proyectos de inversión y/o programas de interés social; exceptuando a las Empresas que, en el marco de las disposiciones legales vigentes, realizan transferencias de recursos al Fondo de Renta Universal de Vejez (FRUV)?.
Para los dos sectores sindicales, este decreto es atentatorio a sus intereses, ya que, si bien aportan con un monto determinado para la otorgación de bonos como el ??Juancito Pinto? que a Huanuni le cuesta diez millones de bolivianos y a Colquiri, cinco millones, tal como se indica en el Decreto Supremo 4807, no se utilizan en una reinversión de las propias empresas, para trabajos de prospección, exploración y explotación.
Asimismo, la preocupación es mayor, debido a que el mineral es un recurso no renovable, se deben buscar nuevos espacios para mantener la estabilidad laboral como de las mismas empresas.
Es sólo un tema que nos lleva al problema de la ??traición de clase?, porque de acuerdo al reclamo de las bases, tras los acuerdos suscritos con el Gobierno, para deponer las medidas de presión ejercidas en función a uno de los objetivos descritos, se revela cómo los dirigentes nacionales como sectoriales, no se encargan en su momento, de consultar con los trabajadores, lo que está por venir con una determinada norma.
Tanto Huanuni como Colquiri, fueron enfáticos al señalar el desconocimiento del Comité Ejecutivo Nacional de la Central Obrera Boliviana (COB), por ser ??cómplice? del Poder Ejecutivo en la elaboración o conocimientos de normas que van en contra de la clase laboral.
Con el mensaje de: ??Ya no nos representan?, los mineros de Huanuni tomaron ambientes de la COB en La Paz, en una clara molestia contra sus representantes sindicales, quiénes a nombre de un color político, fueron contra sus propios principios, establecidos desde la Tesis de Pulacayo, documento político que, en la década del 40 del siglo pasado, permitió establecer las bases firmes del movimiento obrero en Bolivia y con el paso de las décadas se fue fortaleciendo.
La consigna de ??independencia político sindical? en la actualidad se desvirtuó no sólo por la COB y las Centrales Obreras Departamentales, sino también por otros entes, como la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, entre varios sindicatos.
Ahora pesa más el poder político partidario que la lucha de clases que tanto se pregonó a lo largo del siglo pasado y los primeros años del siglo XXI. A este hecho, se suma el prorroguismo de los dirigentes sindicales, que no hace más que profundizar la crisis sindical boliviana, con beneficios personales o de pequeños grupos en desmedro de sus compañeros.