La comunicación, el mejor sistema de entendimiento

Muchas veces, ante el surgimiento de problemas regionales, surge en algunas poblaciones la acusación de que son los medios de comunicación y periodistas los directamente culpables porque �??divulgan falsedades�?�. Indebida acusación porque si hay una característica en la prensa o medios de comunicación del país es expandir o publicar solamente lo que corresponde a la verdad; los periodistas, no podemos ni debemos publicar nada que competa a la falsedad o mentira, nada que sea dañino a la seguridad y menos que sirva a extremos que querrían ver publicadas corrientes políticas que esperan la difusión de notas y noticias referidas a ideologías pasadas que bien se conoce harían mucho daño al bien común.

Acusar a medios y periodistas de hechos ajenos a la verdad no es más que difundir lo que conviene a extremos y que pretenden servir a causas ajenas al país y favorables a corrientes no acordes con lo que justamente combaten los medios (prensa, radio, televisión, medios alternativos y a todo lo que contradiga a la verdad y difunda lo que importa sólo a la delincuencia y al crimen)

Una revisión somera de los medios mostraría a cualquier interesado la inexistencia de notas, noticias, artículos y comentarios contrarios al orden legal y que, además, sostienen la necesidad de combatir al mal en todas sus formas. No cabe en la mentalidad de los odiadores de la comunicación y periodistas, reconocer como verdad absoluta que la verdad es sinónimo de honestidad, limpieza, decencia, valentía, coraje y rectitud que puede endilgarse a periodistas y medios de comunicación. Así lo reconocen naciones de la comunidad internacional; en nuestro país, como en otros se lanza las especies contrarias porque la prensa y los periodistas nunca sirvieron a causas ajenas a la verdad, la libertad, la justicia y los derechos humanos �?? que hubo excepciones, evidente; pero fueron condenadas por la prensa limpia, honesta y responsable (Periodistas y medios). La prensa no puede ser instrumento del mal y quienes la utilizan indebidamente cometen delito de lesa humanidad porque medios y periodistas se han comprometido amar y servir al bien común; por lo tanto, endilgarles delitos favorables al mal y contrarios a la seguridad de las naciones no corresponde porque la prensa en general cumple con su deber de amor y servicio. El pueblo, conocedor de verdades, sabe a qué atenerse y qué creer y ello es lo que cuenta en el sentir de la opinión pública.