INSOLENTE MENTIRA

Ante la insolente mentira de que el periodismo haya bajado los brazos y perdido vitalidad en su trabajo debido al acoso, amedrentamiento y hostigamiento que sufre por parte de gobiernos totalitarios, el conglomerado de trabajadores de la prensa en Sudamérica, rechazaron esa irresponsable calificación expresada por órganos identificados con el socialismo.

La Sociedad Interamericana de Prensa, el Parlamento Europeo y movimientos defensores de la democracia, salieron al paso, señalando que el ímpetu de informar no perdió su valor e intensidad porque de esa forma se defiende la libertad de expresión.

En ese contexto, es de lamentar que haya países gobernados por dictadores que acallen al Cuarto Poder del Estado, queriendo obligar a los periodistas a convertirse en �??peones políticos�?� que solo divulguen consignas socialistas.

Lo que ocurre en Nicaragua, es una muestra de ello, al ver cómo, el Presidente Daniel Ortega, frenó bruscamente el ejercicio periodístico, tomando el control de varios medios de comunicación, entre ellos el matutino �??La Prensa�?�, además de prohibir la emisión de la cadena televisiva CNN.

No conforme con esa su descarada actitud, acrecienta la persecución a colegas periodistas de esa nación, lo cual originó el exilio de muchos de ellos, que desde lejos, continúan con su labor, denunciando los atropellos que se cometen en esa nación.

Los que se quedaron en territorio nicaragüense, se enfrentan valientemente al dictador, saliendo a las calles gritando a voz en cuello: �??Somos periodistas, no terroristas�?�.

Esa expresión es un síntoma alentador para que ya no haya actitudes disonantes que impidan la misión de informar con la suficiente moral que tiene el periodista.