Miercoles 28 de septiembre de 2022

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El concebir un ??plan negro?, que se estar铆a urdiendo en la escuela de inteligencia de las Fuerzas Armadas en su contra, y con acciones de desprestigio, s贸lo puede caber en la mente de un obseso crom谩tico que ve negro todo lo que no le conviene, y blanco, como la Diosa, que le da riqueza y poder.
Semejante ocurrencia no revestir铆a mayor importancia, ya que en Bolivia lo que NO ocurre es raro, si en su urdimbre no estuviesen involucradas instituciones y actores de importancia en el quehacer nacional, pertenecientes a su propia tolda pol铆tica, como el ministro de Gobierno, a quien el denunciante confiesa tenerle miedo; el actual presidente interino del Estado, Andr贸nico Rodr铆guez; y algunos asamble铆stas de su propio partido, como Leonardo Loza y Gualberto Arispe.
En esta suerte de fren茅tica delaci贸n, el l铆der cocalero acus贸 incluso al exministro Hugo Moldiz, de quien dijo: ??Me llama presidente?; al ministro de Defensa, Novillo, por negar la existencia de este ??plan negro? y a quien le sugiri贸 investigar este tema, reflexion谩ndolo a ??no mentir?; y finalmente, al general de Ej茅rcito Z煤帽iga, de ser cooperadores de esta tramoya. Mostrando una fotograf铆a afirm贸: que esta informaci贸n de sus ??andanzas? le llega de parte de militares ??patriotas?.
Atribuir la maquinaci贸n de este siniestro prop贸sito a colegas del mismo gobierno, del que el denunciante es jefe, constituye una suerte de amenaza hist贸rica que pareciera rezar: ??Yo muero, pero a la masa que dejo enriquecida, nadie la podr谩 salvar?.
A este s贸rdido cuadro de dimes y diretes, vino a sumarse la emisi贸n de un informe de la Comisi贸n Interamericana de Derechos Humanos, fijando la responsabilidad del gobierno de Evo Morales en la ejecuci贸n de las v铆ctimas del Hotel Las Am茅ricas, en Santa Cruz, en 2009, al ordenar ilegalmente dicho operativo, sin pensar en las consecuencias jur铆dicas y personales que sobrevendr铆an y mucho menos que 茅stas llegar铆an 12 a帽os despu茅s de ese horrendo crimen, cuando sea sometido a juicio y el Estado tenga que reparar los da帽os causados.
El Estado podr铆a actuar de inmediato, porque estamos en etapa de asumir las recomendaciones de la CIDH, que hasta ahora se limitan s贸lo a eso, salvo que exista ??Un pacto de cawalleros? que obligue a no abrir una etapa de conciliaci贸n de las partes a sabiendas de c贸mo nos va en este tipo de conciliaciones y/o arbitrajes, lo cual dar铆a paso a que la Comisi贸n se convierta en una especie de fiscal y acuse al Estado boliviano ante la Corte Penal Internacional de Justicia.
Suponemos que, ni el m谩s avispado Yatiri o clarividente le habr铆a presagiado alguna vez al Jefazo, que su destino lo har铆a volver a la Haya, ya sea para recuperar ese mar que perdimos, por su exuberante inoperancia, o a responder por el mar de l谩grimas que dej贸 a su paso de gobernante, caracterizado por la Apoteosis de la Estulticia.