Policías se empeñan en dañar la imagen de su institución

Mucho se habló de la imagen tan venida a menos de la institución del verde olivo, aún así, hay efectivos policiales que se empeñan en dañar la imagen de la Policía Boliviana, sin tomar en cuenta que pocos recordarán quien, de forma particular, cometió un delito, porque la gente apunta directamente a la entidad y no así a personas individuales.

De manera reciente, se desbarató en Tarija una banda criminal, implicada en el robo agravado de una casa de cambios, de donde sustrajeron 50 mil dólares, y la misma tenía como autor intelectual del atraco a un jefe policial.

Asimismo, se informó de otro caso, que por poco pasa al olvido, porque los jefes policiales que lo conocieron no hicieron nada por sancionar a los implicados en extorsión a un transportista, quien denunció en agosto pasado que �??sin razón�?� se le había detenido, torturado y extorsionado.

Casos como los mencionados, pese a que la Policía está, hace mucho, intentando limpiar la imagen de la institución del verde olivo, dejan en mala situación a todos y cada uno de los efectivos pertenecientes a dicha entidad, inclusive a quienes se esfuerzan por ayudar a levantar la imagen caída de su institución.

Los ciudadanos se preguntan, si las personas que han sido adiestradas para protegerlos cometen todo tipo de delitos, a la par de los antisociales a los que encierran, en quién podrán confiar y apoyarse para sentirse seguros. Es difícil que de esa manera se pueda asegurar a la ciudadanía que estará bien protegida, ya no se sabe quién es cómplice y quién no.

Es cierto que de haber policías idóneos, estudiosos, honestos, probos e íntegros, que son el orgullo de su institución del verde olivo, pero por culpa de algunos de sus camaradas son blanco de la desconfianza de la población, ya que la Policía perdió credibilidad hace mucho y es difícil volver a ganar la confianza de los ciudadanos.

La imagen deteriorada de la Policía Boliviana surgió desde que los efectivos de Tránsito comenzaron a cobrar coimas a los conductores de vehículos, porque supuestamente sus salarios eran bajos, en algún tiempo llegaron a tal grado de desfachatez que en los retenes policiales cobraban, aparte del monto establecido por tramo, un boliviano o �??su cariño�?� a los conductores para el �??refresco�?� de los efectivos que se encontraban en las casetas de control policial.

Como sigan existiendo policías que extorsionen, reciban coimas, o las pidan, organicen y lideren bandas criminales, se vean implicados en narcotráfico, en robos mayores, o simplemente dejen escapar a delincuentes prontuariados o sentenciados, la imagen del verde olivo no podrá cambiar ni mejorar, por lo que urgen acciones determinantes para limpiar de manera definitiva esa imagen distorsionada que posee en la actualidad.