Falta de inversión predomina como factor negativo en desarrollo minero

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Cualquier referencia al tema de la minería y de la metalurgia, nos lleva de manera incuestionable a la situación financiera que pueda disponerse para poder encarar la ejecución de proyectos que permitan el buen uso de nuestros recursos naturales, en pos de recuperarlos y multiplicarlos como parte de un proceso natural de su tratamiento y transformación en materia prima de una diversa utilidad en una floreciente industria con sello nacional.

Según expertos observadores de la materia, nuestro país como pocos de la región, posee diversidad de materia prima para su transformación industrial y no es utópica la posición de trabajar con expertos en la obtención del material que vaya �??abriendo�?� senderos productivos de índole diversa, respondiendo a la demanda existente en un mercado �??regional�?� que podrá diversificarse en la medida en que se vaya imponiendo la naciente industria productiva nacional.

Uno de los rubros más activos en el sistema productivo nacional, sin lugar a dudas es el de la minería y metalurgia, por su condición de rendimiento, su mayor aproximación a mercados externos y las opciones derivadas de su comercio expuesto en una �??vitrina internacional�?� con mucha demanda y amplia variedad de precios en ofertas y demandas de los grandes empresarios del sector. La minería y metalurgia, dominan los enormes centros de la industria productiva.

En el caso boliviano, el asunto de la minería avanza con ciertos tropiezos, se maneja por una parte desde niveles oficiales, es situación de la minería estatal y por supuesto de la actividad metalúrgica, considerando que ésta última está bajo régimen oficial y una parte no menos importante se desarrolla en el sector privado, con cierta ventaja competitiva (ésta última) que muestra el resultado de su proyección en la expansiva metalurgia industrial.

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística INE, hasta el pasado mes de mayo, nuestro país exportó más de 24 mil toneladas de cloruro de potasio, superando el total de las ventas externas de la gestión 2021. La relación señala que hasta mayo del presente año (cinco meses) exportamos 24.151,3 toneladas (t) del producto, mientras que en toda la gestión 2021 llegamos a 32.525,2 (t). Se menciona que el factor precio influyó en el valor de la exportación. El destino principal del fertilizante boliviano continuó siendo el mercado de Brasil que compró la mayor parte del total de la producción de cloruro de potasio, lo que significó 72.3% de las ventas totales, luego se ubicaron Chile y la Argentina negociando el saldo del 33%.

El ministro de hidrocarburos y energía, informó que el primer semestre del año en curso, YLB comercializó este periodo aproximadamente 18.700 toneladas de cloruro de potasio, lo que significó lógicamente un incremento de ingresos por el factor de mejores precios sino también por una mayor producción de los recursos evaporíticos. De acuerdo al registro oficial de producción, YLB en la pasada gestión alcanzó 51.516 toneladas de cloruro de potasio, cubriendo una amplia demanda, especialmente del Brasil, gracias al incremento de la producción que se concretó con la producción de la nueva planta instalada en el salar de Uyuni en Potosí. Otro destino importante del cloruro de potasio boliviano, fue el mercado de Chile que se convierte en un fuerte competidor para la compra del insumo industrial boliviano.

La producción del fertilizante a escala internacional se genera en la planta industrial de Uyuni, con una capacidad máxima de 350.000 toneladas por año y con posibilidades de ampliación de su producto, en la medida que se concrete otra alternativa de construir la nueva planta, al existir el presupuesto requerido, que también será financiado por el Banco Central de Bolivia (BCB).

En cuanto a los índices de producción de cloruro de potasio, los ejecutivos de la empresa aseguran que la producción del insumo fertilizante está asegurada en la nueva planta del salar de Uyuni que tiene una capacidad máxima de 350 mil toneladas/año. Un dato alentador señala que la producción de cloruro de potasio a cargo de Yacimientos del Litio Boliviano (YLB) alcanzó las 51.516 toneladas el pasado año, cubriendo las expectativas de rendimiento previsto. Se recuerda que en años anteriores (2019-2020) se produjeron cambios importantes en la producción del cloruro de potasio, las cifras estuvieron oscilantes en función a factores de oferta y demanda en los mercados de Brasil y Chile, en los que se comercializó la mayor parte del producto, dejando un saldo mínimo para otros compradores e incluso para cubrir la demanda interna.

Una relación de cifras con producción pasada de cloruro de potasio atribuye a la empresa nacional algo más de 11.440 toneladas (t) el año 2018, lo que se elevó en años siguientes a más de 26.741 t, marcando el año pasado una cifra relevante que permitió cubrir la demanda de los mercados de Brasil y Chile, dejando un saldo necesario para el requerimiento interno. En la pasada gestión el 80% de la producción de cloruro de potasio tuvo destino en esos dos mercados mientras que un saldo de reserva permitió atender la demanda interna que podía ser afectada, por imprevisiones en los cálculos de la oferta y la demanda, que se salvaron por una interferencia �??providencial�?�. La pasada gestión el 80% de la producción del cloruro de potasio tuvo como destinos los mercados de Brasil y Chile y el reducido saldo cubrió la necesidad nacional.

Las ventas de potasio marcaron un récord, superando a las registradas el pasado año. El valor exportado sumó a 12.4 millones de dólares entre enero y mayo (cinco meses) con un resultado, altamente positivo que permite avizorar mejores perspectivas en un rubro complejo como el de la minería, pero de muy alto rendimiento en la recuperación de su comercio oportuno y en los mercados adecuados, la mayoría de exigente demanda de los minerales estratégicos que están siendo explotados en una nueva minería, renovada en nuestro medio.