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Domingo 13 de mayo de 2012

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Revista Dominical

Valoración del patrimonio cultural material

13 may 2012

Fuente: LA PATRIA

Por: Mario Medina Alarcón - Conservador e investigador de obras de arte

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En el área del Patrimonio Cultural Material, denominado también tangible, uno de los aspectos esenciales es el de la valoración, entendida ésta como la apreciación social reconocida y recuperada de los objetos que conforman dicho patrimonio. (Patrimonio es la herencia o legado de nuestros antepasados) Valorar es apreciar, otorgar cualidades específicas a algo o alguien. Además, conferir, o atribuir un sentido más que un significado implica el hecho de valorar. Toda acción de valorar es una acción cultural, (Cultura es todo hacer humano) “… que está fundamentada en una selección demarcada previamente con un conocimiento que instituye unos supuestos determinados sobre las cuales se elige “( Frondizi, Risieri)

El valorar los bienes culturales se aplica tanto en el ámbito de las ideas, costumbres, tradiciones, folklore, etc, es decir, lo intangible o impalpable; como también en las manifestaciones materiales de la cultura, como son los objetos de arte, arquitectura, artesanía, etc. denominado tangible

La valoración del patrimonio cultural se remite entonces a criterios históricos, estéticos y simbólicos que fluctúan atreves del tiempo de manera diversa y según la categoría de los bienes.

APROXIMACIÓN AL

VALOR HISTÓRICO

Valorar lo tangible, requiere de conocer la proyección de lo intangible que en él se manifiesta como forma espacio-temporal. Requiere reconocérsele como un documento al que, como tal, hay que rescatar su expresión, comunicándonos su historia. En otras circunstancias, es hacerlo parte de la memoria en el acto de recordar que propone y crea relaciones de pasado y presente. La memoria como acción pone en camino los recuerdos del pasado que se promueve desde el presente, la misma estará siempre reactivada con la presencia de los objetos, bienes que sirven de detonador dándonos la certidumbre de venir desde el pasado y de haber dejado huellas que hoy nos expresan el camino de ese recorrido.

El valor histórico de lo tangible está en que relatan formas de ser en el tiempo, su presencia, el estado mismo que se nos presentan, dándonos indicios de la manera como se constituyeron como huellas culturales.

Los objetos consagrados ya por el orden institucional o por el poder de ciertos grupos sociales van generando a través del tiempo una historia particular de esos organismos sociales. Mirar un bien cultural desde su valor histórico, es percibirlo como narración de múltiples representaciones, y formas de percibir, que como voces desde el pasado nos invitan a imaginar y construir desde su sintaxis material diversos sentidos.

APROXIMACIÓN AL

VALOR ESTÉTICO

Lo primero que percibimos de los bienes u objetos materiales es indudablemente su forma, el ser significante, el ser presencia del signo, nos dice la semiología. Esa materialidad se estructura como visible a partir del color, de la línea, el plano y éstos a su vez especifican la forma del objeto, en el juego de composición múltiple que le da el ritmo y el equilibrio y el equilibrio detenciones, contrastes y complementariedades

El objeto se percibe porque simultáneamente que lo sentimos le otorgamos significado, lo apreciamos o valoramos por su implicancia comunicativa y emocional. Los objetos especialmente connotados, muchas veces ya lejanos de su valor primario, los especialmente vinculados a espacios simbólicos o artísticos requieren de una mirada sensible, detenida y aguda con lo que descubrimos cómo se comportan como presencias significativa a partir de su materialidad

La acción cultural de los objetos de patrimonio requiere de la acción sensible de quién o quienes tienen como función de conservarlos. No basta enumerarlos, describirlos, clasificarlos y encontrar autores hay que ir más allá, pues hay que sentirlos en su materialidad misma, descubrir en ella relaciones e interpretarlos espaciotemporalmente desde una mirada de contexto, porque su presencia, su tangible es producto de una red de sentidos que se comportan como múltiples fuentes documentales que nos dicen que el objeto no está solo, tiene huellas del pasado, es testimonio de un momento. Mirar su textura, su color, su volumen, percibirlo en la composición de un tiempo, es más certero.

La valoración estética es entonces tremendamente caprichosa y variable porque se mueve en un extenso campo de posibilidades, no habiendo patrones universales que den una lectura única de lo entendido como estético

Sentir el objeto, es leerlo con la sensibilidad suficiente de respetar su lógica material. Así Bertolt Brecht, dice: “De todos los objetos, los que más amo son los usados…Impregnados del uso de muchos, a menudo transformados, han sido perfeccionadas sus formas y se han hecho preciosos por que han sido apreciados muchas veces”.

Ser sensible al objeto de patrimonio es valorarlo estéticamente en la dimensión posible de su materialidad y ésta se nos da en un tiempo y espacio, es decir en términos históricos

APROXIMACIÓN AL

VALOR SIMBÓLICO

Los objetos tangibles son, por su carácter patrimonial, símbolos; es decir, se revisten de sentidos distintos de sí mismo, sustituyen con su presencia aconteceres que ya no existen. Esta sustitución alberga una fuente inagotable de referencias de las que las distintas épocas, toman según sus propias necesidades de construcción de imaginarios en torno al pasado,

Los símbolos nos sugieren un indecible, un ir más allá de su concreción tangible, pues no son simples signos sino evocan, recuerdan, connotan; son abiertos y móviles en cuanto a su capacidad de enriquecerse

Los objetos patrimoniales son símbolos como medios o vehículos de conocimiento y comunicación con el pasado, al ser símbolos trasmiten un conjunto de legados o herencias de forma de ser. Leer lo simbólico de los objetos patrimoniales es conocer el despliegue y expansión de su misma historicidad y ella no es solo y puro tiempo, sino es conocer y relatar una diversidad de maneras que se mueve al interior de las culturas y el encuentro de éstas con otras.

Fuente: LA PATRIA
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